Antes de la reunión del presidente estadounidense Donald Trump con el Papa Francisco, activistas de Greenpeace han proyectado hoy el mensaje “Planet Earth First” en la cúpula de la Basílica de San Pedro, en Roma.
El mensaje, que es una parodia de la política del gobierno de Trump sobre “América Primero”, pide a la administración estadounidense que se comprometa con la acción climática global y los objetivos del Acuerdo Climático de París.
El cambio climático es la principal amenaza de nuestra generación y no podemos permitir que Trump eluda su responsabilidad moral de protegernos y reniegue de los compromisos de París. Por eso actuamos hoy.
Hemos entregado a Trump un mensaje de que su primera prioridad deben ser las personas y el planeta, no los beneficios de los grandes contaminadores. Trump no puede detener la transición a las energías limpias y debería centrarse en acelerarla.
En las próximas semanas, Trump decidirá si Estados Unidos permanece en el Acuerdo Climático de París, el pacto histórico en el que casi 200 países, entre ellos Estados Unidos, acordaron limitar el calentamiento global a 1,5 grados.
Si Trump decide abandonar el Acuerdo de París, no sólo perjudicará al planeta, sino también a su propio país. Al contrario que Trump, el Papa Francisco ha tomado una clara posición para la protección del clima mundial y por eso estamos en el Vaticano para recordárselo a Trump.