Los estados de Alabama, Florida, Luisiana, Mississippi y Texas y más de 400 gobiernos locales de Estados Unidos que resultaron afectados por el derrame de British Petroleum en 2010 en el Golfo de México, alcanzaron ayer un acuerdo con la petrolera y aceptaron una indemnización de 18,7 mil millones de dólares por los daños a las pesquerías ocasionados por el derrame de petróleo.
El biólogo marino y Director de Campañas de Océanos de Greenpeace, John Hocevar, valora así el acuerdo: “Es apropiado que la compañía responsable del mayor desastre medioambiental de la historia de Norteamérica pague la mayor multa de la historia de EEUU, pero no es posible que el dinero compense la devastación de los ecosistemas del Golfo y de las comunidades costeras. Se han perdido vidas humanas y modos de ganarse la vida, ecosistemas y animales han quedado irreparablemente dañados".
“Llevará décadas entender los impactos de un desastre de esta escala. La restauración de los hábitats debe ser priorizada, pero es difícil imaginar cómo podemos comenzar a retirar el petróleo que se ha depositado en amplias áreas del fondo marino. La mortalidad de delfines es la peor registrada en la historia y parece que continúa a día de hoy. Algunas áreas de coral del Golfo han desaparecido completamente y, si su recuperación es posible, llevará cientos de años”.
“BP merece pagar cada dólar de esta multa, pero lo más importante aquí es que no existe regulaciones suficientes para prevenir que desastres como éste pasen nuevamente. Hay miles de perforaciones en el Golfo y ha cambiado muy poco lo que se refiere a su seguridad.
Mientras tanto, Obama ha permitido que proyectos incluso más peligrosos se pongan en marcha.
“Shell está planeando perforar en el Ártico este verano a pesar de que no existe capacidad de respuesta ante un vertido. Es necesario que el discurso de Obama sobre cambio climático se transforme en hechos. Es el momento de dejar de permitir las peligrosas perforaciones de petróleo y gas y apostar por las energías limpias y renovables”, señala Hocevar.
¿Cómo dañó a México el derrame de petróleo de BP 2010?
En octubre de 2010, el Gobierno federal mexicano rechazó ejercer acciones legales contra BP. Dos años más tarde, la compañía nacional Pemex anunció un acuerdo con BP para desarrollar tecnologías para la prospección en aguas profundas en el Golfo de México.
Bajo la administración de Peña Nieto, en abril de 2013 las autoridades finalmente presentaron una denuncia contra BP por los daños causados por el vertido al turismo y la pesca. Reclamaban la compensación por “la destrucción, el daño y la pérdida” de los hábitats costeros, incluyendo zonas de manglares, así como aves marinas, tortugas, mamíferos y corales en Veracruz, Tabasco, Campeche y Quintana Roo.
En mayo de 2015, la Corte Federal de Apelaciones de Nueva Orleans denegaba la representación legal al Gobierno mexicano para demandar en nombre de las poblaciones afectadas de estas áreas. Como consecuencia de esta decisión, 25.000 pescadores de 62 cooperativas locales diferentes presentaron una demanda contra BP en la Corte de Louisiana en junio de 2015, reclamando 50.000 dólares para cada pescador afectado por la reducción de la pesca desde el vertido. El caso fue presentado justo antes de la fecha final establecida por los EEUU para reclamar posibles compensaciones y se está a la espera de la decisión judicial final.
Más allá de esto, la acción del Gobierno mexicano ha sido casi nula, no existen labores de limpieza o nuevas denuncias contra BP, ya que a raíz de la nueva Reforma Energética- que entró en vigor a finales de 2014- prácticamente cualquier empresa petrolera podrá invertir y participar en concursos para obtener permisos de explotación en el Golfo de México, lo cual multiplica los riesgos por falta de seguridad en estas instalaciones y mayores derrames petroleros además de los que ya presenta la actividad de Pemex en la Sonda de Campeche.
¿Qué puedes hacer tú?
- Firma por un modelo energético diferente, basado en energías limpias, sostenibles y renovables.