Inteligencia colectiva aplicada a la Ley de Costas

En la era de la inteligencia colectiva, del mayor conocimiento científico y de la máxima información a los ciudadanos, llaman la atención las continuas decisiones políticas negando la realidad.

Xalets del Pinet / Barrio de Salamanca (Santa Pola). Foto: Luis Fidel Sarmiento.

Las graves consecuencias de los cinco temporales que han afectado al cantábrico y Galicia este invierno, con sus varios muertos, miles de edificaciones afectados y millones y millones de euros de pérdidas, en la primera línea de costa, han sido vistas en directo por gran parte de la sociedad y nos han hechor recordar que las cosas se han hecho mal.

Las causas, tanto la incompetencia de planificadores, alcaldes y gobierno central que han autorizado esas ocupaciones, y los miles de particulares que amparándose en la ley (o en una falta de ordenación) han ocupado la primerísima línea de playa. La tragedia colectiva se ha vuelto a consumar, miles de ciudadanos han ido hasta la primera línea, o los estuarios o las marismas esquilmando el bien común y luego han llegando las olas..

Esto ha sucedido este año en el cantábrico, pero rápidamente hemos olvidado las gotas frías y las tormentas en el Mediterráneo o en las islas.

En el informe Destrucción a Toda Costa de 2013 de Greenpeace se detallaban cuáles eran los riesgos de la ocupación en esta primera línea. Además, el escenario del cambio climático, con subida del mar, aumento de frecuencia de temporales, cambio en los frentes de olas, etc. hará que aumente el riesgo en todas estas zonas y las perdidas sean más cuantiosas. La Casa Blanca, se supone que bien asesorada, ha achacado estos temporales al cambio climático. Entonces: ¿Ahora qué hacemos? ¿volvemos a construir en primerísima línea y luego volvemos a lamentarlo o nos retiramos dejando zonas de amortiguación estudiando los procesos y dejándole al mar lo que es suyo?...¿quien pagará esto? ¿¿todos??..

Rendición de cuentas
Es sabido que en España no hay evaluación de políticas públicas, nadie evalúa si los resultados de una política son los esperados, pero no hace falta ser un lince para darse cuenta de que si seguimos construyendo muy cerca del mar, habrá consecuencias como las que estamos viendo. Según una pregunta parlamentaria los siguientes municipios del Cantábrico y Galicia se han acogido a la Disposición transitoria primera de la nueva ley de costas del 2013 que supone de hecho una reducción de la protección a 20 metros de la costa.

Son 43 y están gobernados por los siguientes partidos políticos, Asturias: Ribadesella (Foro Asturias), Tapia de Casariego (PP), Valdés (PSOE), Gipuzkoa: Astigarraga (BILDU). Cantabria: Escalante (PP), Piélagos (PP),Polanco (PP), Lugo: Cervo (PP), Xove (PP), A Coruña: Ares (PP), Boiro (PP), Camariñás (PSOE), Carballo (BNG), Cedeira (PP), Fene (PP), Ferrol(PP), Fisterra (PP), Laracha (PP), Laxe (PSOE), Malpica de Bergantiños (PP), Miño (PP), Mugardos (BNG), Muros(PSOE), Outes(PP), Padrón(PP), A Pobra do Caramiñal y (PP), Ribeira (PP), Pontevedra: Baiona (PP), Catoira(PSOE), Gondomar (PP), Illa de Arousa (PP), Marín (PP), Meaño (PP), Nigrán(PP), O Rosal(PP), Poio (BNG), Pontevedra (BNG), Sanxenxo (PP), Soutomaior (PP), Valga (PP), Vigo(PSOE), Vilaboa (PSOE), Vilanova de Arousa (PP).

En total 70% PP, 16% del PSOE, 9% del BNG, uno de Bildu y otro de Foro Asturias. Estas solicitudes ni siquiera se han cruzado con los mapas de inundabilidad de la propia administración.

La primea línea de costa no es de unos cuantos propietarios o de unos cuantos ayuntamientos, es un capital de todos. Y lo que sucede lo sufrimos todos. Administrar un bien común sosteniblemente implica renunciar un poco para beneficiarse todos. Sería interesante que los ciudadanos de estos municipios y del resto del estado exigieran una rendición de cuentas a estos representantes políticos para que restauraran la inteligencia colectiva en el litoral. Los vídeos no mienten.

Fernando Prieto es ecólogo. Participó en el proceso de aprobación de la ley de costas de 1988.