A las principales organizaciones ecologistas nos encantaría alabar al Gobierno por su coherencia y valentía en la defensa de la salud de las personas y el medio ambiente... Sin embargo, en rueda de prensa, Greenpeace, Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Seo/BirdLife y WWF acabamos lanzar el mensaje de que hay escasos avances en política medioambiental, aunque todavía estamos a tiempo de dar un salto de cualidad antes de que termine la legislatura.
En nuestro informe “El planeta puede esperar” (irónicamente, claro), una de las cosas que subrayamos como positiva es el clima de diálogo recuperado por el nuevo equipo del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino en los últimos meses. Sin embargo, estamos por ver pasos decididos en el camino de la sostenibilidad.
¿A qué nos referimos? A tumbar el Algarrobico, símbolo de la burbuja del ladrillo y la vulneración de la Ley de Costas; a un plan de cierre de las centrales nucleares, empezando por Garoña, que ya pasa de la treintena; a un apoyo decidido por las energías renovables; a una estrategia comprehensiva contra la contaminación química; a unas políticas de pesca y agricultura coherentes con lo que nos indican los científicos y que apoyen los sectores artesanales y no industriales; a una cultura del agua coherente con que somos el país más árido de Europa; a medidas que vayan realmente contra el cambio climático, siendo uno de los países más vulnerables en Europa a sus efectos; a una política de transporte que vaya hacia la electrificación y a la sostenibilidad; a una política que tienda al residuo cero; a una calidad del aire que respiramos...
¿A qué viene todo esto? Desde el año 2004 las organizaciones ecologistas hemos publicado informes con propuestas al Gobierno para avanzar en la política medioambiental o evaluando el cumplimiento de los compromisos adquiridos. Justo antes de las últimas elecciones generales celebradas en marzo de 2008, hicimos público “Un Programa por la Tierra”, una propuesta para la acción política que recogía las propuestas y los cambios que el gobierno debería aplicar en sus diferentes políticas sectoriales para girar hacia un modelo productivo diferente basado en el respeto al clima y a la biodiversidad.
Desde entonces las organizaciones ecologistas hemos realizado un seguimiento de estas propuestas y del compromiso ambiental de los diferentes ministerios. Este documento de seguimiento se presenta a pocos meses del fin de una legislatura en la que las políticas ambientales han pasado a un segundo plano y donde se ha producido una pérdida de liderazgo evidente en materia de sostenibilidad.
Y queda mucho, mucho camino. Pero pensamos que realmente es posible lograr algunas de nuestras aspiraciones. Tenemos todo que ganar.
Miren Gutiérrez, directora ejecutiva de Greenpeace España
(Publicado originalmente en Diario Vasco)