Ya están todos los Ministros aquí, hoy comienza la última parte de la convención. Su tarea es volver a tratar todo lo que han bloqueado las delegaciones de Japón, Canadá y Australia con la inestimable ayuda de los Estados Unidos, y el “respetuoso” silencio de la Unión Europea.
Es inaudito que más de 4.000 científicos independientes de todo el mundo, que han recibido ayer el premio Nobel de la Paz, sean ignorados, después de definir claramente lo que tenemos que hacer para que la temperatura de nuestro planeta no supere los dos grados centígrados.
Está por ver, pero estos científicos explican claramente que tenemos solo 7 años para alcanzar el tope de nuestras emisiones, a partir de entonces hay que bajar. Y hay que bajar mucho, a mediados de siglo hasta la mitad. Los políticos aquí reunidos han conseguido que esté en vilo este objetivo.
Además se niegan a facilitar la financiación necesaria para la trasferencia de tecnologías y para la adaptación. No sé cómo piensan que pueden desarrollarse los países emergentes y los más empobrecidos si no les proporcionamos tecnologías limpias de las que ya disponemos o ¿es que piensan que ellos no deben desarrollarse y crecer y nosotros seguir contaminando? Tampoco les preocupa demasiado de dónde van a sacar los recursos económicos los que ya están sufriendo los impactos del cambio climático y que son los más pobres y los que menos culpa tienen en todo esto, quizás también piensen que da igual que de algo hay que morir.
Hay un gran camino que recorrer en estos tres días, esperemos que el Mapa de ruta de Bali hacia la lucha mundial contra el cambio climático no se convierta en el sendero de Bali, o peor aún en un callejón sin salida.
Desde Bali, Raquel Montón, responsable de la campaña de Cambio climático de Greenpeace.