Holanda ha presentado una demanda contra Rusia en el Tribunal Internacional del Derecho del Mar (ITCLOS, en sus siglas inglesas) en Hamburgo, solicitando la liberación del buque de Greenpeace Arctic Sunrise y su tripulación.
Se trata de un paso importante por parte del Gobierno Holandés y aumenta la esperanza de que los 28 activistas de Greenpeace Internacional, además de un fotógrafo y un cámara independientes, puedan ser liberados de su detención en Murmansk.
Los 30 del Arctic se encuentran detenidos en unas sucias y frías celdas en la ciudad portuaria de Murmansk en el Ártico, muchos de ellos en régimen de aislamiento, después de que las autoridades rusas se hicieran ilegalmente con el control del barco en aguas internacionales el 19 de septiembre.
¿Su delito? participar en una protesta pacífica contra la extracción petrolífera de Gazprom en el Ártico. Ahora se enfrentan a las absurdas acusaciones de piratería, un delito que conlleva una pena de prisión de hasta 15 años – un cargo sobre el que Greenpeace Internacional y los expertos legales internacionales coinciden en que no tiene fundamento en la legislación rusa e internacional.
Pero uno por uno, los detenidos han sido puestos a disposición del Tribunal Regional de Murmansk, esposados, dentro de una jaula, y se les ha denegado la libertad bajo fianza. Ante su destino incierto, los 30 del Arctic se han mantenido fuertes. Su coraje, la gravedad de su situación, y sus peticiones para que el Ártico sea protegido se siguen escuchando desde la sala del tribunal.
“Quiero mostrarle a la gente de todo el mundo que la perforación en el Ártico es peligrosa y puede agravar el cambio climático ... mi objetivo es dar a conocer lo que ha sucedido y podría suceder en el Ártico. Yo no he cometido ningún crimen, no soy culpable de piratería", dijo ayer la activista finlandesa Sini Saarela.
La solicitud de medidas provisionales presentadas por el Gobierno Holandés en el tribunal de Hamburgo se basa en el Derecho Internacional, y debe ser visto como algo separado de los procedimientos judiciales en Murmansk.
El Gobierno de Holanda interpuso una petición en el tribunal porque el Arctic Sunrise es un barco de bandera holandesa, por lo que se considera territorio holandés, con sus obligaciones y derechos, como así marca la Convención de 1982 de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (UNCLOS en sus siglas en inglés).
Desde el nacimiento del ITLOS en 1996, 21 casos han sido presentados ante este Tribunal, y de ellos, cuatro recogían medidas provisionales.
La argumentación jurídica presentada por Holanda no se hará pública seguramente hasta el inicio de las audiencias. Un argumento probable es que la Federación de Rusia violó el derecho a la libertad de navegación por abordar el buque en zona económica exclusiva de Rusia (ZEE), claramente fuera de las aguas territoriales rusas, lo que va en contra de la UNCLOS.
La actuación rusa, subiendo al Arctic Sunrise a punta de pistola y remolcándolo fue desproporcionada, además de que las autoridades rusas deberían haber notificado a Holanda cualquier queja, ya que el barco no estaba en sus aguas territoriales.
Cualquier decisión del tribunal obliga a las partes a que cumplan sin demora todas las medidas provisionales. El tribunal permitirá, sin embargo, las solicitudes de interpretación o revisión de las medidas.
En base en la experiencia previa, la solicitud holandesa tendrá una audiencia dentro de dos o tres semanas y un juicio dos semanas después.
En cuanto al destino de los 30 del Arctic, Greenpeace Internacional espera que el tribunal dicte su decisión aproximadamente en cuatro semanas. Greenpeace Internacional espera que esto conduzca a la liberación del Arctic Sunrise y a su tripulación.
Aaron Gray-Block, Responsable de relaciones con los medios de Greenpeace Internacional