|
Activistas en el anillo de la Central Termica de Pasaia (marzo 2007) |
Hace tan sólo un par de días fueron absueltos los activistas de Greenpeace que escalaron la central térmica de carbón de Pasaia en 2007 y pintaron en ella STOP CO2.
Iberdrola, la dueña de la central, intentó asustar a Greenpeace llevándonos a un Juzgado de los Penal pero le salió el tiro por la culata. Cada uno de los activistas por los cuales pedía 9 meses de cárcel y 18.000 € por defender el clima han salido ilesos del proceso. No ha sido así para Iberdrola que cada vez se lo pone más difícil a su departamento de marketing. Este se empeña en defender con todas sus fuerzas una imagen “verde” a pesar de que sus abogados pidan cárcel para Greenpeace o de las declaraciones anti renovables de su Presidente.
En 2007 yo también estaba en Pasaia, junto a los activistas y a la gente que nos apoyaba. Puede que lo que más recuerdo de esos días fueran las tortillas de patatas que nos bajaba una vecina cuya ventana daba directa a la chimenea de la central de carbón o los centenares de vecinos que vinieron a darnos un gran abrazo colectivo.
Todo y dicho esto, la central sigue ahí, funcionando con su licencia provisional (desde 1964), emitiendo gases contaminantes en plena ciudad, y recibiendo GRATIS derechos de emisión de CO2 desde el Gobierno central. Como si hubiera un derecho a contaminar quemando carbón cuando hay renovables para hacer lo mismo.
Greenpeace 1 – Iberdrola 0. Pero el partido no acaba aquí.
Sara Pizzinato, campaña de cambio climático y energía Greenpeace