Hoy queremos compartir una imagen muy especial. Los niños y niñas de la aldea de Orane, en Ucrania, nos envían esta foto de agradecimiento para todas las personas que os unisteis a las carreras zombis del pasado 30 de octubre. Y es que 1 euro de cada una de las inscripciones de la carrera Nuclear Running Dead va a ser entregado a la Asociación Chernobil Elkartea.
Los niños y niñas de la aldea de Orane, en Ucrania la Asociación Chernobil Elkartea dando las gracias a los que participaron en la carrera Nuclear Running Dead.
Esta asociación trabaja desde 1995 con niños y niñas de las zonas afectadas por el desastre nuclear de Chernóbil, que aún hoy, 30 años después, siguen sufriendo sus consecuencias. Hasta hoy han realizado 5.000 acogimientos por parte de numerosas familias movidas por la solidaridad y el altruismo, que han proporcionado a estos niños numerosas mejoras a nivel físico y psicológico fuera de las zonas contaminadas.
Desde Greenpeace queremos mostrar nuestro reconocimiento a todas esas familias, así como a las de numerosas asociaciones que centran su labor en paliar las consecuencias que sufren las víctimas de las catástrofes nucleares.
Nuestro primer acercamiento a la Asociación Chernobil Elkartea, que hoy recibe esta donación, vino de la mano de una de sus monitoras voluntarias: Svieta Shmagailo. Svieta era una niña cuando tuvo lugar el accidente de Chernóbil, que ocurrió a 35 km de su casa, en la que sigue viviendo a día de hoy. Gracias a su colaboración como invitada de Greenpeace durante el 30 aniversario de Chernóbil, pudimos dar testimonio de la situación actual que se vive tras el accidente, llevando incluso su voz al Congreso de los Diputados.
Hoy Svieta está en Orane, la aldea en Ucrania donde trabaja como maestra, y donde los niños y niñas crecen haciendo frente en su día a día a las consecuencias del accidente nuclear, a pesar de que ocurrió antes incluso de que nacieran.
Desde Greenpeace esperamos que este granito de arena pueda arrancarles una sonrisa, a la vez que transmitimos su mensaje de agradecimiento a todas las personas que lo habéis hecho posible gracias a vuestra participación en las Nuclear Running Dead.
Seguiremos trabajando por un mundo sin nucleares, un mundo sin esa energía zombi, en el que demos paso a un mundo más limpio y más seguro, basado en energías renovables.