En la foto aparece un sabroso bizcocho al que, nada más ver, dan ganas de hincarle el diente. Sin embargo, si echamos un ojo a la etiqueta, vemos que uno de sus ingredientes es soja modificada genéticamente, (es decir soja a la que se le han introducido genes de bacteria).
El maíz, la soja o sus derivados industriales están presentes en más del 60% de los alimentos transformados, desde el chocolate hasta las patatas fritas, pasando por la margarina y los platos preparados, de este modo encontramos salsas, lecitinas de soja, aceite de semillas, harina de maíz, barritas dietéticas, etc. (ver “Seguimiento fotográfico de productos etiquetados con ingredientes transgénicos)
La detección de estos productos ha sido gracias a los consumidores, que preocupados por los graves riesgos que ocasionan los transgénicos, han decidido colocarse activamente como observadores de transgénicos.
Y esto demuestra que los consumidores queremos información sobre lo que comemos. El etiquetado es deficiente, escaso, poco claro e imposibilita nuestro derecho a elegir.
En materia de transgénicos (según el Reglamento 1830/2003), deben ser etiquetados los productos cuyos ingredientes, aditivos o aromas de productos alimentarios contengan más de un 0,9% de transgénicos. El mismo criterio para los piensos animales, se etiquetan los "que contengan más de 0,9% de transgénicos. Es decir, que los productos que contienen menos del 0.9% de transgénicos se quedan sin etiquetar. Tampoco es obligatorio etiquetar los productos alimentarios (carne, leche, huevos, etc.) que proceden de animales alimentados con OMG." De esta manera, los OMG siguen produciéndose a gran escala a nivel mundial y importados, mayoritariamente, para la alimentación animal.
Como consumidores tenemos mucho que decir. Echa un ojo a la etiqueta, si encuentras un alimento etiquetado como transgénico expresa tu rechazo y pide que sea libre de ingredientes modificados genéticamente. Para los productos que no estén etiquetados y que sean susceptibles de llevar OMG como soja o maíz, consulta en nuestra Guía Roja y Verde de Alimentos Transgénicos, y si no figura contacta con la empresa para mostrar tu preocupación.
Nota: *MUY IMPORTANTE:* en la etiqueta tiene que poner explicítamente "MODIFICADO GENÉTICAMENTE", ingredientes como “Almidón modificado” hace referencia a una transformación físico-química sin relación con los transgénicos.
Mónica Parrilla, Campaña de Transgénicos de Greenpeace.
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