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El vertido del Sierra Nava. Bahía de Algeciras. Enero 2007 | Foto: Pablo Sánchez |
Esta imagen refleja la inestable situación ambiental en la que se encuentra la Bahía de Algeciras. Las administraciones públicas no están sabiendo poner freno a la crisis medioambiental que se deriva del tráfico marítimo. El Sierra Nava encalló en la Bahía en enero de 2007, provocando vertidos contaminantes, pero después le han seguido muchos: New Flame, Fedra, Tawe...
Parece que la responsabilidad de estos vertidos al final siempre queda difuminada. No hay caso que mejor ilustre esta situación que el reciente auto judicial del caso Prestige. Su hundimiento provocó el vertido de más de 60.000 toneladas de fuel, que contaminaron 3.000 kilómetros de costa y que conllevó una inversión millonaria de fondos públicos para extraer el fuel que aún cargaba estando a 4.000 metros de profundidad. A pesar de que fuera determinante la orden de alejar el barco para que éste se partiera en dos y terminase convirtiéndose en una catástrofe ambiental sin precedentes en España, el juez ha considerado que quien dictó la orden, el exdirector general de Marina Mercante, no fue responsable.
Esta decisión se basa en un peritaje realizado por un ingeniero naval que, curiosamente, antes que perito fue el asesor del Ministerio de Fomento durante la crisis del Prestige. Para este perito pasear el buque durante seis días mar adentro es parte de las medidas “correctas y más adecuadas a las situaciones que se han ido produciendo desde el primer momento del siniestro”. El otro perito en el proceso y los expertos designados por las partes no compartían la opinión del ingeniero naval.
¿Qué nos puede faltar por escuchar cuando se exige a los responsables políticos que hagan de eso, de responsables? ¿Llegaremos a ver una bahía totalmente contaminada a pesar de que se han utilizado las medidas correctas y más adecuadas en las situaciones que se han ido produciendo?
Sara del Río, campaña de Tóxicos de Greenpeace España