Hace ya 30 años que Greenpeace empezó a trabajar y a gestarse en España...en esos años en que verter residuos nucleares en nuestro Atlántico era parte de la rutina nuclear. Y hace 30 años que un hombre, Ánxel Vila, patrón y pescador gallego, protagonizaba una de las primeras acciones en España contra los vertidos nucleares en el mar.
Con su pequeño palangrero de 24 metros de eslora, el apoyo de Greenpeace, unos cuantos periodistas intrépidos y algún político, Ánxel montó una expedición que consiguió fotografiar y denunciar los vertidos nucleares en el océano Atlántico.
Corrían los años 80 y encontrar una embarcación que aceptara desplazar ecologistas, políticos y cronistas 240 millas desde el Cabo de Fisterra no era sencillo. Cuenta Manuel Méndez, teniente alcalde de Moaña (Vigo) a Elpais.com que "entonces apareció Vila, cuyo compromiso por defender el mar, también para las generaciones venideras, era muy emocionante".
El pasado 12 de diciembre, fallecía el marinero ecologistas Ánxel Vila, pero su valiente aportación al ecologismo de nuestro país todavía queda en la memoria de algunos. Nosotros hemos querido, con este post, homenajearle, volver a darle las gracias y recordar su hazaña. Ellos fueron los primeros que vieron como dos cargueros holandeses, protegidos por una fragata, tiraban cientos de bidones de residuos de centrales nucleares al fondo del océano.
Él, y su heterogénea tripulación, fueron los primeros en contarlo, y ahí comenzó el fin de los vertidos al mar. A los dos años Europa prohibía volver a arrojar al océanos residuos nucleares. Esa fue su pequeña-gran victoria, que marcó un hito para los que seguimos luchando por el medio ambiente en nuestro país y en este planeta.
Maria José Caballero (@mjocaballero), directora de Campañas de Greenpeace España
Fotografía: Cedida Elpais.com