Mis amigos de Soria andan más que revueltos ya que uno de los pueblos candidatos al cementerio nuclear es Torrubia de Soria, un pequeño municipio de aquella bella provincia castellana. Para los efectos, poco importa que el territorio de este pueblo está protegido por diversas figuras legales debido a sus valores ambientales, ya que ha pasado el primer filtro del Ministerio de Industria para albergar el cementerio de desechos radiactivos.
Lo mismo ocurre en cada una de las comarcas en las que alguno de sus pueblos se ha ofrecido cándidamente para hacerse cargo de la basura nuclear.
El Ministerio de Industria ofrece dinero a los pueblos. Mucho dinero. A cambio de quedarse con la basura radiactiva. Pero lo que no ofrece es información clara y transparente de lo que supone albergar un cementerio nuclear. Tampoco habla de que entre las infraestructuras que acompañan al cementerio, se proyecta también construir un reactor nuclear experimental, precisamente para experimentar con la basura radiactiva. El rechazo popular es evidente.
Este proyecto del Ministerio de Industria está levantando un nuevo y movilizado movimiento antinuclear. Parece que la propaganda del lobby nuclear no ha tenido demasiado efecto, ya que en Extremadura, Guadalajara o Valladolid la gente se ha levantado contra el el cementerio nuclear.
Durante meses nos han estado contando que la energía nuclear es limpia...pero no han resuelto después de décadas el problema de los residuos radiactivos. Ahora el problema se pone en evidencia, y el rechazo que genera entre la gente también.
Juan López de Uralde, director de Greenpeace España