Varias comunidades autónomas siguen jugando con la idea de optar por la incineración para gestionar sus residuos sólidos urbanos (RSU), en vez de fomentar la reutilización, con la que está cayendo, o el reciclado, con el valor que tienen los residuos… Sólo los residuos orgánicos –que constituyen cerca del 50% en peso de nuestra bolsa de basura— podrían suponer una importante fuente de riqueza económica con beneficios sociales y medioambientales.
Y sin embargo, en el Estado español se recicla muy poco en comparación con Europa. Las opciones favoritas son quemar los residuos o llevarlos a vertederos.
La quema de residuos impide que éstos puedan aprovecharse. Esto es algo especialmente preocupante en España, donde el compostaje podría desempeñar un papel importante dado que es el país más árido de Europa, con un proceso irreversible de pérdida de suelos fértiles y desertificación.
Actualmente, el valor calorífico de los RSU se debe en gran medida a los plásticos, o en menor grado, al papel y a la madera, todos fácilmente recuperables y reciclables. Pero no son eficaces para recuperar cantidades significativas de energía en comparación con una adecuada política de reciclaje de materiales. El potencial de ahorro de energía del reciclaje de los RSU en España es muy superior al potencial de obtención de energía mediante incineración. Además, estas instalaciones emiten a la atmósfera sustancias químicas persistentes, tóxicas y bioacumulativas, como las dioxinas y los furanos.
Hay esperanzas de que algunos de estos proyectos se descarten. Pero estos proyectos podrían ir pasando de unos gobiernos a otros, como denunciaba hace poco el responsable de la campaña, Julio Barea. Entre los proyectos que "veremos que pasa" se encuentra el de Gipuzkoa, además de los de Navarra, Asturias, Galicia, Tenerife y Gran Canaria. Como advertía Julio, se corre el riesgo de que las empresas que gestionan las incineradoras trasladen los proyectos a otros lugares con menos remilgos.
Greenpeace ha demostrado que los modelos basados en la recuperación y reciclaje suponen la creación de entre 7 y 39 veces más empleos que con la incineración.
¿A qué esperamos para cerrar las puertas de las incineradoras y poner las bases para ir hacia soluciones con vocación de futuro?
Miren Gutiérrez, directora ejecutiva de Greenpeace España
- Campaña de contaminación de Greenpeace