Hoy se celebra el Día Mundial de la Salud, y desde Greenpeace aprovechamos para volver a pedir a Endesa que deje de asfixiarnos con sus 'malos humos'.
La semana pasada colgamos una enorme pancarta en la fachada de la sede de Endesa en Madrid con el mensaje: “Endesa contamina tú pagas”. Ese mismo mensaje también lo llevamos a las sedes de Iberdrola y Gas Natural para denunciar que estas tres eléctricas son las que más contribuyen al cambio climático.
Mientras la pancarta de Greenpeace colgaba en la sede de Endesa, nos confirmaron su intención de cerrar tres de sus seis centrales térmicas de carbón para 2020 como tarde y nos confirmaron en privado su intención de cerrar la central nuclear de Garoña, propiedad que comparte con Iberdrola. Al día siguiente Iberdrola nos respondia a esta misma pregunta, publicamente, en su Junta de Accionistas y nos decía que ellos ya le habían comuicado a Endesa su decision de desistir con Garoña, y efectivamente Iberdrola se lo había dicho por burofax el día anterior al que nosotros fuimos con nuestra pancarta. O bien Endesa quiere continuar con Garoña, y nos dijo lo contrario; o quiere cerrarla y no se atreve a decirlo públicamente. Greenpeace continuará preguntándoselo.
En cuanto al carbón, exigimos a Endesa que asuma su compromiso para no deteriorar la salud de la ciudadanía y para hacer frente al cambio climático, ya que el anuncio de cierre de tres térmicas de carbón no es suficiente. ¿Para cuándo piensan cerrar las centrales de carbón que tienen en A Coruña, Mallorca y Almería? Es inaceptable que pretendan alargar la vida de estas centrales por tiempo indefinido.
Endesa produce el 10% de todas las emisiones del país (fijas + difusas) y concentra la cuarta parte de todo lo emitido por los sectores fijos al ser una empresa eminentemente quemadora de carbón. Este hecho la sitúa también como principal emisor en cinco de las diez comunidades autónomas con mayores emisiones del ránking desde fuentes fijas: Andalucía (posición 1), Galicia (3), Castilla y León (5), Aragón (7) y Canarias (9).
Por ello Endesa aparece entre las empresas europeas menos preparadas a día de hoy para poder llevar a cabo la transición energética. Mientras, su propietaria en Italia, Enel, se ha posicionado como líder en energía limpia y ha anunciado su preocupación por el cambio climático, asegurando que no invertirá en ninguna nueva central de carbón.
Las emisiones de la quema de carbón además de agravar el cambio climático producen graves problemas en la salud, aumentando el riesgo de muerte por enfermedades cardíacas y respiratorias y por cáncer de pulmón además de aumentar el índice de muertes prematuras.
Por eso consideramos que es urgente que Endesa (y todas las eléctricas) se comprometan a cerrar todas sus centrales de carbón y nucleares antes de 2025 y que trabajen y favorezcan el desarrollo de un sistema eléctrico democrático, participativo y basado al completo en energías renovables.
Y mientras se deciden, te invitamos a firmar para que el Gobierno no permita ninguna subvención más (ni a través de la factura de la luz ni a través de los impuestos) para que las eléctricas continúen con su negocio de la energías sucias y legisle seriamente contra el cambio climático: por la salud de las personas y por la del planeta.