Ante las cifras alarmantes de paro con las que ha acabado el primer trimestre del año – 6,2 millones de desempleados- nuestros políticos, entre otras muchas cosas, están olvidando una realidad y es que cualquier política que se haga a favor del medio ambiente va a repercutir de forma positiva en el empleo y en las condiciones de vida de las personas que viven de los recursos naturales. La pesca es un buen ejemplo de ello.

Las actividades pesqueras tienen gran tradición histórica en nuestro país y esto ha hecho que sea uno de los principales países pesqueros en el entorno europeo. Pero el modelo pesquero que han favorecido los distintos gobiernos se ha basado en la sobrepesca y en el apoyo incondicional a la pesca industrial, fomentando la construcción  de barcos cada vez más grandes y con artes pesqueros más destructivos. Esto no es sostenible. Además de estar acabando con las poblaciones de peces, también está teniendo un gran efecto en la reducción del empleo y en la viabilidad económica del sector.

En el informe Empleo a bordo hemos querido poner números a esta realidad y analizamos el impacto social y en el empleo que está teniendo este modelo basado en la sobrepesca. La diferenciación que hace el estudio entre pesca artesanal y no artesanal muestra como cada tipo de pesquería aporta un valor social y contribuye al empleo de diferente manera.

Veamos algunos resultados. El argumento que siempre defendíamos lo confirman ahora las estadísticas: existe una estrecha relación entre los recursos pesqueros y el empleo. En los últimos veinte años, y a pesar del aumento de capacidad de la flota industrial, las capturas ha disminuido considerablemente situándose en la actualidad por debajo del millón de toneladas. La evolución del empleo ha seguido un camino muy similar, y en el mismo periodo el número de empleos ha disminuido un 60%.

La pesca artesanal y sostenible, además de cuidar el recurso, tiene mucha importancia en el empleo local, y emplea a colectivos clave para la supervivencia del mundo rural, como jóvenes y mujeres; además el 82% del empleo que genera es estable. Sin embargo, la reducción de los recursos también ha hecho que empeoren las condiciones de vida de la pesca artesanal, con una importante reducción de ingresos de los pescadores y sus familias, donde las ganancias medias solo alcanzan el 37,6% de la media de la economía y el 48,2% del la media del sector pesquero.

Como no podía ser de otra manera, la reducción del empleo es generalizada en todo el sector, pero en los últimos cinco años la destrucción del empleo en la pesca no artesanal (industrial) duplica al de la artesanal, especialmente en el Mediterráneo dónde el 80% de los stocks están sobreexplotados. No nos sirven ya los argumentos a favor de dar más cuotas o más posibilidades de pesca  y favorecer la pesca industrial para generar empleo en el sector. Los números los contradicen.

Hoy en Barcelona, Grenpeace junto con  pescadores artesanales a bordo del Arctic Sunrise presentamos el informe “Empleo a bordo”, para pedir, una vez más, a nuestros políticos una Política Pesquera Común que proteja y apoye la pesca sostenible y los océanos, porque de esta manera también estamos protegiendo el empleo y la sostenibilidad de las comunidades pesqueras. Necesitamos tu ayuda.

Únete a nuestra flotilla y pide al ministro Cañete para que proteja a los que crean empleo en el sector pesquero.

Alicia Cantero (@aacantero), investigadora de la campaña de Pesca Sostenible

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- Informe Empleo a bordo
- Resumen del informe Empleo a bordo

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