Hemos comenzado una nueva navegación por el Ártico. El barco de Greenpeace Arctic Sunrise acaba de fondear a Clyde River, en Canadá. Nos unimos a la batalla de una pequeña comunidad Inuit que están luchando contra la inmensidad de las compañías petroleras.
Clyde River es un paraíso para belugas, ballenas francas y narvales. Y es la tierra desde hace millones de años de los Inuit. Pero ahora, cómo no, las petroleras quieren buscar mediante prospecciones sísmicas petróleo en estas aguas. Las prospecciones detonan cada 10 segundos pulsos de sonido que son ocho veces más fuertes que un motor a reacción despegando.
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Greenpeace les acompaña en su lucha para impedir las prospecciones sísmicas. En un principio, los propios Inuit pensaron que estas prospecciones iban a traer nuevos trabajos y desarrollo económico a su comunidad. Pero los más viejos del lugar, ya sufrieron las prospecciones sísmicas en el pasado y sus devastadores consecuencias sobre el medio marino. Explosiones de 259 decibelios causaron daños irreversibles en los mamíferos marinos de los que los Inuit dependen. Las gentes de Clyde River dependen de un ecosistema sano para sobrevivir.
El Gobierno de Canadá ha ignorado el derecho de los Inuit a decir “no” a las prospecciones sísmicas. ¡Ellos mismos han acudido a la Corte Suprema de Canadá para denunciar a su Gobierno y a las multimillonarias empresas petroleras!.
Los Inuit de Clyde River son una comunidad muy pequeña, pero en su lucha nos unimos millones de personas y así acompañarles en la batalla para proteger su hogar, nuestro hogar, y el de los animales a los que amamos.
Qué puedes hacer tú
Unéte en su lucha por su tierra y diles que no están solos. ¡Firma la petición!