Esta mañana, en las aguas entre Alemania y Dinamarca, catorce activistas de Greenpeace han detenido durante varias horas el avance del barco rompehielos Nordica contratado por la petrolera Shell para realizar perforaciones en el Ártico. Los activistas han instalado un campamento en el navío y han desplegado varias pancartas con el mensaje “you can #SaveTheArctic” (tu puedes salvar el Ártico). El Nórdica y su barco gemelo el Fennica son la avanzadilla de una flota de catorce buques con los que este verano Shell pretende realizar prospecciones petrolíferas frente a la costa norte de Alaska.
Pero no es necesario que todos subamos a bordo del Nordica para frenar a Shell, tú también puedes #SalvarElArtico si ciberactúas para pedir a la petrolera que abandone sus oscuros y peligrosos planes. Salvemos el Ártico.
Este tipo de prospecciones son muy peligrosas y los riesgos muy altos. Por ejemplo, los impactos del vertido del Exxon Valdez de 1989 en el golfo de Alaska aún son visibles en los entornos marinos y costeros en la zona, no muy lejana de la que Shell ha elegido para sus prospecciones.
Shell como el resto de compañías petrolíferas acarrea un largo historial de vertidos consecuencia de una actividad que es inherentemente sucia y contaminante, donde el beneficio prima siempre sobre la seguridad y donde las responsabilidades a menudo quedan diluidas: por ejemplo, entre 1976 y 2001 se registraron más de 6.800 vertidos de petróleo en el delta del Níger, muchos de ellos de Shell Las comunidades afectadas aún esperan a que la compañía asuma su responsabilidad, limpie los vertidos y les indemnice.
Rodrigo Marcos, campaña de Energía de Greenpeace @rodrionline