Nadie se lo esperaba, muchos lo temíamos pero no queríamos ver la evidente posibilidad de un error. Mover el barco del puerto por supuesto tenía riesgo de explosión y llevarlo a 20 millas de la costa, que por el peso del agua se escorara, y que ayer dijeran que posiblemente lo volvían a trasladar a puerto, ha acabado en desastre. El Oleg Naydenov se ha hundido.
El arrastrero de bandera rusa se hundía la pasada madrugada frente a la costa sur de Gran Canaria, seriamente dañado y cargado con 1.500 toneladas de fueloil. No es de extrañar, ya que el periplo que ha sufrido este barco navegando con un peligro evidente sobre áreas de altísimo nivel ecológico ha sido digno de una historia de piratas. Primero al este del archipiélago (20 millas al sur de Jandía, Fuerteventura) hasta virar al suroeste de nuevo, hasta su hundimiento la pasada madrugada frente a Maspalomas (Gran Canaria), zona turística declarada Reserva Natural Especial (figura de protección canaria) por su valioso sistema de dunas vivas, el más rico de las islas.
No queremos un nuevo Prestige, pero nos podemos temer lo peor. El barco está hundido en aguas donde la plataforma submarina alcanza su máxima extensión, siendo una de las áreas más productivas de Canarias. Este último hecho ha permitido el establecimiento de hábitats de interés como los sebadales o la de poblaciones de especies de interés. comunitario. La zona al norte dónde se ha hundido el Oleg Naydenov está protegido bajo legislación ambiental europea a través de la red Natura 2000. En esta zona son frecuentes los avistamientos de cetáceos y tortugas marinas. El desastre ambiental puede ser catastrófico, y sus huellas podrían durar años.
El Oleg muere siendo un pirata de los mares. Como pesquero se ha dedicado a sobreexplotar los caladeros africanos, sobreexplotando los recursos de comunidades locales y pesquerías sostenibles en África que dependen de la proteína de pescado para su alimentación. Greenpeace denunció sus ilegalidades ante la Comisión Europea, ya que faenaba en zonas donde está prohibida la pesca y por no cumplía la normativa pesquera de Senegal. Senegal ha denunciado en numerosas ocasiones a este buque arrastrero, la última vez en 2014.
El barco yace a 2400 metros de profundidad, en un área de corrientes marinas profundas, si hubiera una rotura y el combustible saliera, no tendría por qué verse en la zona sino que el fuel navegaría con las corrientes pudiendo llegar al sur de Tenerife, el sur de la Gomera y a la Isla de El Hierro. El fueloil con el que esta cargado, es similar al combustible que llevaba el Prestige, eso sí, en menores cantidades. Si alcanzara la costa tendría una gran dificultad de limpieza por su viscosidad y adherencia. Además afectaría a la mortalidad de aves acuáticas y mamíferos marinos, en especial cuando las poblaciones están concentradas en pequeñas áreas, como en época de migración de las aves.
Si los Gobiernos apostaran por una pesca sostenible, y tomarán las medidas de control en caso de accidentes de buques, pensando en el futuro del medio ambiente y los océanos, posiblemente, solo posiblemente, hoy no estaríamos escribiendo este post.
Las autoridades presuntamente han continuado con la cascada de negligencias e improvisaciones que vivimos con el Prestige. No hemos aprendido nada. No hay nunca mais.
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