Así queda el mapa del carbón en China tras el anuncio de su Gobierno de paralizar los trabajos en 47 centrales de carbón que ya se estaban empezando a construir. En conjunto, estos proyectos iban a tener una capacidad de generación de electricidad equivalente a la de toda Alemania, la cuarta de del mundo.
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En los últimos cuatro años, China ha ido transformándose rápidamente, pasando de ir en la cola de los compromisos del clima a llegar a este punto, poniendo fin a la era del consumo de carbón en auge durante décadas. Al lidiar con la actual crisis de sobrecapacidad de centrales de carbón, se han posicionado como pioneros en la nueva era de la energía.
El coste combinado de los proyectos paralizados se estima en 30 mil millones de dólares. Basado en el análisis de Greenpeace, estas 47 centrales más otras 57 que todavía no habían entrado en construcción significan 104 plantas alimentadas con carbón que han sido suspendidas por el gobierno de China.
La rápida expansión de las energías limpias en China ha supuesto un crecimiento en la demanda de fuentes de energía no fósil desde 2013, permitiendo esta caída del carbón. Esto ha provocado que la gran cantidad de centrales de carbón que estaban bajo construcción y desarrollo sean redundantes e innecesarias.
Hasta la fecha, el regulador energético del país ha emitido 13 decisiones, para 13 provincias donde se suspenden los proyectos de carbón, con el objetivo de limitar la capacidad de China de carbón de 1100 GW para 2020. Y se esperan nuevas decisiones para otras provincias.
Todavía quedan seis provincias con una significativa sobrecarga de carbón, que no tienen orden de suspensión. La capacidad suspendida, 120GW, también queda por debajo de los 150GW previstos por China en su plan a cinco años.
Parar estos proyectos que ya han entrado en construcción es una decisión dramática, con contratos firmados con empresas de ingeniería, construcción y servicios, con préstamos concertados con bancos. Desmantelar 30.000 millones de dólares en contratos y disposiciones financieras será muy complicado. Sin embargo, gastar dinero y recursos para terminar plantas de carbón innecesarias representaría pérdidas económicas aún mayores.
Las provincias con mayor cantidad de proyectos de centrales de carbón o a medio construir suspendidos son las provincias exportadoras en el interior de Mongolia y de Xinjiang al oeste, el antiguo bastión de carbón de Shanxi (centro) y la zonas del sur de Guangdong.