En medio de la crisis desatada por el escándalo de Volkswagen, un documento de la Comisión Europea confirma la petición del Gobierno español para que permita subir la cifra de emisiones de Dióxido de Nitrógeno (NO2) de los vehículos diésel (56 miligramos extra, un 40% más de lo que plantea Europa) y retrasar el tiempo de implementación de los límites de emisiones para que la industria “pueda adaptarse”.
Esta propuesta es inaceptable ya que el Gobierno, una vez más, pone los intereses de las empresas, en este caso los fabricantes de automóviles, por encima de la salud de la población y del medio ambiente.
Como ya hemos dicho en numerosas ocasiones, las emisiones de dióxido de nitrógeno y sus sustancias derivadas, como el ozono, pueden desencadenar el asma y causar enfermedades pulmonares como el cáncer de pulmón, según la Organización Mundial de la Salud. Estas emisiones también están vinculadas a una mayor incidencia de enfermedades del corazón y a muertes prematuras.
El reciente escándalo del fraude de Volkswagen ha puesto de manifiesto el engaño en las mediciones tanto en los compuestos tóxicos como los óxidos de nitrógeno, como en el consumo de combustible (el CO2 que produce el cambio climático). Por esto hoy lanzamos una petición para exigir unos controles de emisiones, que tengan en cuenta las condiciones reales de conducción, con límites de emisión más estrictos y en los que las diferencias permitidas entre los controles en carretera y en el laboratorio sean mínimas.
El ministro José Manuel Soria se escuda tras una supuesta desventaja competitiva con EEUU por tener límites altos, pero lo que no menciona Soria es que los límites de emisiones de NOx en USA son más restrictivos que los de Europa. Los gobiernos y los reguladores de todo el mundo deben adoptar leyes más estrictas para proteger la salud pública de la contaminación del aire y apoyar la introducción de pruebas en automóviles que tengan en cuenta las condiciones reales de conducción. El gobierno Español en cambio está buscando excusas para darle carta blanca a la industria automotriz“.
Esta no es la primera vez que el Gobierno español se alinea con las grandes corporaciones para defender sus intereses económicos frente a los impactos de sus actividades sobre la salud ciudadana. Este mismo año denunciamos la intrusión de las eléctricas en las delegaciones del gobierno de España donde se estaban decidiendo los nuevos límites de emisiones contaminantes a la atmósfera, incluidos los NOx, que podrán emitir la centrales térmicas de carbón. En este caso España también pedía límites más permisivos atendiendo a los intereses de las propietarias de las térmicas de carbón en vez de a la salud y al medio ambiente, y así lo denunció Greenpeace, desplegando el pasado junio en una acción en Sevilla una pancarta con el mensaje “AQUÍ NEGOCIAN CARBÓN O SALUD” mientras estaban reunidos los representantes de los gobiernos europeos.
¿Qué puedes hacer tú?
- Firma la petición No más mentiras con los malos humos que amenazan nuestra salud