Con alevosía y estivalidad nos ha llegado la nueva sentencia de la Sala Tercera del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) que declara legal la licencia de obras del hotel situado en la playa de El Algarrobico, a 14 metros del agua.
Hablamos de un hotel sobre el que recaen 22 sentencias. No hay un caso igual en los 8.000 kilómetros de costa española. De las 22 resoluciones judiciales, las 20 primeras nos dan la razón a los ecologistas y dicen que el hotel se asienta sobre un terreno no urbanizable de especial protección y que invade lo que protege la Ley de Costas. Por el contrario, las dos últimas sentencias dicen que el hotel está en terreno urbanizable y que la licencia de obras es legal. Es obligatorio señalar que antes de las dos últimas sentencias, las que defienden los intereses privados de una constructora y desprecian al medio ambiente, se produjo un inexplicable cambio de Sala en el TSJA.
Durante cinco años, todos los pleitos relativos al hotel ilegal han sido resueltos por la Sala Primera y, de pronto, se produjo un cambio a la Sala Tercera. ¿Casualidad o causalidad? Yo me inclino a lo segundo… Pero sea por lo que sea, no nos podemos quedar parados lamentándonos.
Desgraciadamente los ecologistas no podemos recurrir la sentencia ante el Tribunal Supremo, pero tanto las administraciones públicas, como la Junta de Andalucía, sí pueden recurrir este pronunciamiento judicial en interés de ley.
Hasta ahora la Junta de Andalucía ha jugado un poco al despiste, declarando que está en contra del hotel, pero sin ser clara, sin comprar los terrenos pese a que una sentencia se lo permite. Ya no queda más tiempo para las medias tintas, es el momento de actuar. Si no recurre, esta sentencia pasará a la historia como protagonista destacada de los horrores costeros españoles.