Se acerca agosto, se acercan las merecidas y más que esperadas vacaciones, ¡por fin!... ¿dónde nos vamos? Nos han llegado múltiples ofertas más que interesantes a precios muy accesibles: una semanita en el Caribe en un hotel con todo incluido, con playa privada y campo de golf; otra opción de diez días en crucero por los fiordos noruegos o las islas griegas, o un tour organizado en China de una semana que recorres casi todo el país.
Pareciera que cuanto más lejos nos vayamos, más estamos disfrutando de nuestro periodo de vacaciones y más podremos presumir al regreso al trabajo o la escuela de dónde hemos estado.
¡Alto! Antes de tomar una decisión, ¿Te has parado a pensar lo que hay detrás de estas ofertas de los grandes tour-operadores? Estos viajes suelen estar muy controlados y el turista se siente muy limitado para salir de los límites que establece el operador, nuestro contacto con la cultura local se limita a las personas que atienden en el hotel o en la agencia. Estos grandes hoteles en la costa, en muchos casos ilegales, pueden tener un gran impacto sobre el ecosistema, como es el caso del Algarrobico en España.
Sabiendo que el avión es el medio de transporte con más emisiones de CO2 por pasajero, ¿merece la pena irse tan lejos para tan poco tiempo?
Cambia el chip y cambia las vacaciones, se puede disfrutar y descansar en entornos mucho más cercanos y totalmente desconocidos. Aquí van unas pistas para pensar cómo viajar de una forma más sostenible y responsable:
- Infórmate bien y planifica tus vacaciones, evita la temporada alta y los sitios masificados.
- Prioriza tu entorno local y cultural, seguro que todavía tienes mucho por descubrir.
- Opta a ser posible, por la movilidad sostenible, el avión debe ser la última opción, sobre todo para trayectos cortos. Tren, autobús o coche compartido mucho mejor. ¿Y en bici?
- Evita los grandes tour operadores turísticos, planifica las vacaciones a tu medida por tu cuenta. Nadie mejor que tú sabe lo que quiere.
- Practica ecoturismo, turismo solidario o turismo rural, hay muchísimas opciones.
- Consume de forma responsable durante el viaje
- Respeta las culturas y costumbres de la comunidad local que visitas, aprovecha para conocerlas y aprender de ellas.
- Contribuye a preservar la biodiversidad y el entorno natural
- Minimiza la producción de residuos y participa en la recogida selectiva local
- Pide a las administraciones que promuevan políticas de desarrollo turístico y una planificación territorial sostenibles.
Cambiemos la maleta y nuestro destino por otros mucho más sostenibles.
Eva Saldaña y Pablo Chamorro, Área de Educación de Greenpeace.