Hoy se celebra en todo el mundo el Día de Acción Global contra los combustibles fósiles, contra el petróleo. Y en todo el planeta se sucederán actos en contra de las energías sucias. Y hoy también rendimos homenaje a las personas que, en cada comunidad, en cada barrio, en cada ciudad, son los protagonistas de esta lucha. Este año Greenpeace tiene poderosas razones para sumarse a esta conmemoración.
La fecha elegida para este evento, el 10 de noviembre, es el aniversario del asesinato de Ken Saro-Wiwa en 1995. Escritor, productor de televisión y activista, Saro-Wiwa perteneció a la tribu de los Ogoni, etnia asentada en el delta del río Niger. Como presidente del Movimiento para la Supervivencia de los Ogoni, dirigió una campaña no violenta contra los daños ambientales producidos por diversas multinacionales petroleras, especialmente Shell. Esta campaña fué contestada por la dictadura del general Sani Abacha, que prohibió el acceso a los periodistas a la zona y reprimió duramente a los opositores. Se calcula que hubo más de 2.000 asesinatos y miles de exiliados. Saro-Wiwa fue ejecutado el 10 de noviembre de 1955.
El negocio del petróleo, en Greenpeace lo sabemos, utiliza frecuentemente este “argumento”, el de intentar silenciar a los que no aceptan un futuro de energías sucias y peligrosas. Han pasado ya más de 50 días que el Arctic Sunrise fue incautado por las fuerzas armadas rusas. Veintiocho activistas de Greenpeace, un fotógrafo y un cámara independientes fueron encarcelados en este país por llevar a cabo un protesta pacífica en el Ártico. Acusan a “los 30 de Ártico” de piratería y vandalismo, lo que supondría según la legislación rusa una pena de 15 años de cárcel por piratería y 7 años por vandalismo.
Pero “los 30 del Ártico” no están solos. Este año, desde la coordinadora de esta campaña, Reclaimpower.net, se ha hecho un especial énfasis en recordar a las personas normales que hacen cosas extraordinarias. Este es un día para los héroes del día a día, para todos los que luchan para proteger nuestro planeta. Es para todos los que se han sacrificado para defender la tierra y todos los que vivimos en ella, y en especial los que se han enfrentado a la industria petrolera. Como “los 30 del Ártico”.
Y recordamos a estos luchadores en vísperas del comienzo de la Cumbre Internacional de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, la COP 19 que se celebra en Varsovia. En esta Cumbre Greenpeace urge a países como Polonia o España que dejen de actuar en beneficio de las grandes compañías energéticas con intereses en los combustibles fósiles. El 56,6% de las emisiones de gases de efecto invernadero provocadas por el hombre provienen de la quema de combustibles fósiles. Los combustibles fósiles son una grave amenaza para el planeta y sin embargo reciben a nivel mundial 6 veces más subvenciones que las energías renovables. ¿No es una obligación de todos acabar con una situación que nos lleva irremediablemente a la destrucción de nuestro planeta?
Hoy es un día para hacer sentir a “los 30 del Ártico” que no están solos. Ya saben que tienen el apoyo de 11 premios Nobel de la Paz, que grandes lideres mundiales como Dilma Rousseff, la primer ministro alemana Angela Merkel y el comisario europeo Janez Potocnik han expresado su preocupación por su situación. Los apoyos van llegando desde todos los ámbitos, desde la banda de pop británica Blur hasta el movimiento de los indignados en nuestro país. Hasta la fecha, casi 2 millones de personas han enviado cartas y correos electrónicos pidiendo la liberación de los 30 del Ártico. El pasado 18 de octubre cerca de 10.000 personas salieron a las calles en más de 100 eventos en 36 países para conmemorar el 30 º día de esta injusticia.
Hoy mismo, los 77 galardonados con el Premio Right Livelihood , un extenso grupo de abogados, activistas, científicos, etc., han hecho pública una declaración de elogio a la acción pacífica de Greenpeace contra la extracción de petróleo en el Ártico y han exigido su inmediata liberación. El fundador del premio Right Livelihood, Jakob von Uexküll, ha sido claro: "estamos siendo testigos de la reducción continua de los espacios para el activismo y la sociedad civil en muchos países. Los activistas están siendo atacados, asesinados, arrestados y hostigados por su servicio a la humanidad. Apoyamos de corazón a estos valientes en todo el mundo y condenamos las acciones de los gobiernos y las empresas para silenciar a estos héroes".
La gente corriente, las personas de a pié, tienen la capacidad de hacer cosas extraordinarias. Si quieres empezar hoy mismo, ¡puedes pedir a la embajada rusa que libere a los activistas de Greenpeace!
Miguel Ángel Soto (@NanquiSoto), campaña de Ártico de Greenpeace