Hoy se celebra en todo el mundo el 60 Aniversario de la Declaración de Derechos Humanos. El 10 de diciembre de 1948, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó y proclamó la Declaración Universal de Derechos Humanos. Tras este acto histórico, la Asamblea pidió a todos los Países Miembros que publicaran el texto de la Declaración y dispusieran que fuera "distribuido, expuesto, leído y comentado en las escuelas y otros establecimientos de enseñanza, sin distinción fundada en la condición política de los países o de los territorios".
Por ello, es un día para celebrar los avances que se han producido en estos años en la defensa de esos Derechos, y también para recordar y denunciar aquellos muchos temas que continúan pendientes. Precisamente un aspecto cada vez más preocupante en este sentido es la creciente persecución de activistas "verdes" en todo el mundo.
Esta mañana, junto con una docena de activistas de Greenpeace, he ido a la Embajada de Japón a entregar una carta en la que me autoinculpo en solidaridad con dos activistas japoneses - Junichi y Toru - que se oponen a la caza de ballenas. Su actividad de denuncia del contrabando de carne de ballena desde Japón puede costarles nada menos que diez años de prisión. Se trata evidentemente de una persecución política que trata de frenar la oposición global a las campañas de caza ballenera que Japón realiza todos los años en la Antártida con la excusa de la caza científica.
Así que yo me he declarado culpable de haber apoyado a Junichi y a Toru, y de oponerme a la caza de ballenas. Sin embargo no me siento culpable por estar en contra de esa caza, en vista de lo cual es el mundo al revés, ya que no puedo entender que se persiga a personas que lo único que han hecho ha sido defender pacíficamente a esos magníficos animales que son las ballenas.
Pero esto es sólo la punta del iceberg. Cada día nos llegan noticias, desde distintos países del mundo, de activistas ecologistas arrestados, detenidos, perseguidos, e incluso asesinados por defender nuestra Tierra. Hoy va por ellos nuestro pequeño homenaje.
Juan López de Uralde, director de Greenpeace España