Ayer fue un día para recordar. Despues de varias jornadas hablando de los Monter boats, de sus métodos destructivos y de la falta de responsabilidad social y ambiental de sus empresas, queríamos compartir una jornada con los verdaderos protagonistas de la pesca sostenible: los pescadores.
Por eso hemos celebrado un encuentro en el Museo Marítimo de Bilbao con pescadores artesanales, muchos de ellos viejos amigos de nuestra campaña de pesca. Políticos, representantes de sindicatos, centros de investigación y asociaciones en defensa artesanal tampoco faltaron a la cita.
Cuando Greenpeace denuncia un problema medioambiental, trata de proponer soluciones, plantear propuestas, y ponerse del lado de los buenos. En el caso de la pesca, ya hemos apuntado a aquellos barcos y empresas que están contribuyendo a la sobrepesca a nivel global. Es hora de contar las historias de aquellos pescadores que salen cada día a faenar de forma artesanal, siendo conscientes de que para mantener su oficios en el futuro deben pescar de manera sostenible. Pescadores artesanales de El Hierro, Galicia, Denia, Andalucía, Cataluña, y de varias localidades de Euskadi compartieron ayer sus experiencias, luchas, problemas y demandas.
Sin duda, nadie mejor que ellos conoce cuáles son los obstáculos que se encuentran a la hora de seguir a flote en el sector artesanal y por dónde habría que pasar para conseguir un cambio real en el modelo de pesca. Escucharles a ellos nos da ánimo para seguir luchando por que vean cumplidas sus demandas y le da sentido al trabajo que hacemos cada día.
“Echo de menos el orgullo que tenía de ser pescador”, decía ayer un pescador de Armintza, “yo entiendo la pesca como algo más que ganar un sueldo, es mi forma de vida”.
Jeremy Percy, presidente de LIFE (Plataforma Europea de Pescadores Artesanales), reclamaba en su ponencia que “tenemos que garantizar el derecho de pesca a aquellos que pescan de forma artesanal”, y admitía que “sin una voz grande no vamos a poder ser efectivos y hacer ver que el futuro es la pesca artesanal”.
Un pescador venido de El Hierro se quejaba de la mala gestión de la pesca en su zona, la injusta distribución de las cuotas de atún, y de la desigualdad a la hora de pemitir que se cumplan ciertas irregularidades en los caladeros. Por otro lado se mostraba contento por poder compartir sus demandas con otros compañeros.
Manuel, venido desde Galicia, se tomaba con humor las ridículas medidas obligatorias que se dictaban desde los despachos para las pequeñas embarcaciones artesanales, y todos coincidían en lo difícil que les están poniendo las cosas para poder seguir dedicándose al negocio de la pesca artesanal. “Había mariscadoras que ganaban 300 euros, que con gastos y tal se llevaban a casa 90 euros...”. Eso no es pesca sostenible.
El debate entre pescadores se alargó durante la jornada de ayer, y entre las compañeras de Greenpeace nos emocionábamos al escucharles decir que todo esto no sería posible sin el trabajo que hacemos.
Sólo nos queda decir que la pesca sostenible y la esperanza de un futuro libre de Monster boats solo es posible con su existencia. Les necesitamos a todos, a sus artes de pesca, a sus barcos, y su lucha por seguir adelante, a pesar de todo.
Ojalá un día los políticos se pongan a su altura y dejen de beneficiar a las flotas destructivas. Ojalá un día todos estemos del lado de los buenos.
¿Qué puedes hacer tú?
Si tú también quieres apoyar a la campaña Monster boats contra la sobrepesca, puedes unirte entrando en la web y firmando por un modelo de pesca sostenible libre de Monster boats