Estimada Sra. Ministra,
Hoy se celebra la reunión del Consejo de Medio Ambiente de la Unión Europea en la que va a decidirse la posición europea para las negociaciones de la cumbre de Copenhague.
Ha llegado el momento de que la Unión Europea siga el ejemplo de Noruega (que recientemente ha puesto de manifiesto su compromiso de reducción de emisiones del 40%, respecto de los niveles de 1990, para el año 2020) y aumente su compromiso de reducción de emisiones. Los últimos datos presentados por la Agencia Ambiental Europea muestran que las emisiones internas de gases de efecto invernadero de la UE de los 27 decrecieron un 10.7% en 2008 (en comparación con los niveles de 1990). De los datos recientes de la Agencia Internacional de la Energía y las significativas compensaciones otorgadas a través del paquete clima de la UE acordado a finales del año pasado, se desprende que implementar el objetivo de reducción de emisiones del 20% acordado unilateralmente por la UE no aportaría reducciones de emisiones adicionales en comparación con el “business-as-usual”.
Por lo anterior, es urgente que la UE plantee incentivos claros a la inversión y creación de empleo verde adicionales, a través del aumento de su compromiso de reducción de emisiones hasta el 40% para 2020, una gran parte del cual -hasta el 30%- debería ser alcanzado internamente.
La ciencia climática está en constante evolución. El Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) va a presentar su quinto informe en 2014 y, hasta la fecha, sus descubrimientos y conclusiones han sido esenciales para articular nuestra forma de comprender y abordar la crisis climática.
Por lo anterior, es necesario que la UE apoye períodos de cumplimiento quinquenales en Copenhague para que sea posible revisar los objetivos de reducción de emisiones a medida que vaya actualizándose el consenso científico en materia de cambio climático.
Cada mes desaparecen más de un millón de hectáreas de bosque tropical, de forma irreversible, liberando una cantidad de gases de efecto invernadero mayor a las emisiones mensuales de la Unión Europea. Lo anterior significa que es necesario un esquema sólido y fiable en cuanto a Reducción de las Emisiones derivadas de la Deforestación y la Degradación de los bosques (REDD), que lleve la deforestación tropical bruta a niveles tan cercanos a cero como sea posible para 2020. La opinión de la comisión Europea en relación con el hecho de que “los fondos públicos son la herramienta más realista para aportar incentivos que permitan combatir la deforestación durante el período 2013 a 2020”1 es correcta. Pero es crucial asegurar que los futuros fondos REDD no van a utilizarse para subvencionar plantaciones industriales de árboles, actividades de tala en bosques tropicales y la conversión de bosques naturales en plantaciones forestales.
En este contexto, es necesario asegurar que el acuerdo de Copenhague respeta las siguientes directrices en cuanto a REDD:
- Exclusión de las actividades de protección de los bosques (REDD) de los mercados de carbono;
- Creación de un fondo global para los bosques nutrido a través de un nuevo mecanismo financiero, robusto y vinculante que movilice fondos públicos por valor de, como mínimo, 30.000 millones de euros anuales para 2020.
- Priorice la protección de los bosques naturales intactos y excluya de las actividades susceptibles de recibir fondos aquellas relacionadas con la industria forestal que tienen un potencial de mitigación bajo, constituyen un precursor de la deforestación y degradación y representan serias amenazas para la biodiversidad y la integridad ecológica.
Finalmente, otro tema de crucial importancia es la elección de las tecnologías de mitigación y adaptación y sólo las tecnologías seguras y limpias que contribuyen al desarrollo sostenible deberían recibir apoyo.
Los recursos solo deberían dirigirse a soluciones probadas que sean seguras y sostenibles, como las energías renovables, la eficiencia energética y las tecnologías de conservación y no destinarse a actividades no probadas cono la Captura y Almacenamiento de Carbono (CAC) y la peligrosa fisión nuclear.
Le agradezco que tenga en consideración todo ello en el Consejo Europeo de ministros de medio ambiente.
Reciba un saludo muy cordial,
Estrella, activista por el clima
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