Ayer a mediodía recibía la triste noticia del asesinato de Nelson García, activista del Consejo Cívico de organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH), que lideraba Berta Cáceres, asesinada doce días antes en el departamento de Intíbuca. Una corriente de indignación y profunda tristeza recorrió mi cuerpo.
La noticia me la comunicaba Paco Segura, coordinador de Ecologistas en Acción, a quien había llamado para conversar sobre el homenaje a Berta Cáceres que convocábamos para hoy conjuntamente varias organizaciones. Este homenaje que celebraremos hoy a las 20.00 h en la Escuela de Música San Antón, en Madrid, en memoria de Berta Cáceres, líder indígena y defensora del medio ambiente y los derechos humanos, es a la vez un acto de denuncia de una situación inadmisible que requiere reclamar alto y claro la investigación y esclarecimiento de responsabilidades y la exigencia de que Gustavo Castro, activista de Amigos de la Tierra México, herido en el asalto que acabó con la vida de Berta, deje de ser retenido por el gobierno hondureño y pueda volver con seguridad a México.
El asesinato de Berta se producía pocos días después de que el COPINH anunciase una jornada de resistencia civil contra este proyecto hidroeléctrico a causa del desalojo violento de 50 familias lencas en esta zona. Días antes, Berta Cáceres había denunciado en rueda de prensa el asesinato de varios líderes indígenas e incluso las amenazas de muerte que ella misma estaba sufriendo.
Nelson es el segundo activista medioambiental asesinado en menos de dos semanas por oponerse a la construcción de la presa se Agua Zarca. Ha sido asesinado en la comunidad Río Chiquito, del departamento de Cortés, de la que era su líder, ocurrió durante el desalojo en unos terrenos que fueron ocupados hace dos años por el COPINH. Recibió cuatro impactos de bala en el rostro durante el desalojo de las 150 familias.
Unos 80 activistas medioambientales fueron asesinados en 2015, según la ONG internacional Global Witness. En 2014 fueron 116, alrededor de dos cada semana. Latinoamérica y el Sudeste Asiático fueron las zonas más peligrosas. Honduras es el país más peligroso per cápita para los defensores del medioambiente. Entre 2010 y 2014 se produjeron 101 asesinatos. Más de 640 activistas medioambientales han sido asesinados en todo el mundo durate el último lustro.
Los defensores del medio ambiente seguimos siendo víctimas de quienes maltratan al planeta. Éstos actúan en un marco de impunidad y falta generalizada de implicación de los gobiernos para esclarecer los hechos y encontrar a los responsables.
Porque cuando defender el medio ambiente te cuesta la vida, sólo cabe mantener vivo en la memoria el recuerdo de quienes vivieron luchando para evitar la destrucción de la naturaleza y murieron defendiéndola. Porque lejos de los centros de poder, gente corriente que defiende su derecho a un medio ambiente saludable, está siendo asesinada. Por eso, esta tarde estaré en el homenaje a Berta y Nelson, en el acto de solidaridad y apoyo con Gustavo para que vuelva a México. Para que su legado y el de los centenares de activistas medioambientales asesinados no sea olvidado y sea transmitido a las generaciones presentes y futuras.
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