Tras un año, 2011, cargado de incumplimientos e irregularidades de Befesa en el vertedero de Nerva llega el momento de hacer balance. Así, en resumen, contamos dos incendios, un cierre cautelar, un traslado de residuos ilegales italianos vertidos sin tratar, incumpliendo la legislación y las condiciones del contrato, y una imputación por presunto delito contra el medio ambiente de su director.... En fin, suficientes infracciones de la autorización administrativa como para que se le retira. Pero no, en lugar de actuar, la Junta de Andalucía ha concedido a la empresa un nuevo permiso, que lejos de ser más restrictiva, debilita las exigencias ambientales...”A ver si así la incumplís menos, ¿no?”
Este ejemplo, dice poco del compromiso de la Junta de Andalucía con la ciudadanía y con el medio ambiente, pero mucho de las buenas relaciones del Gobierno andaluz con las empresas y sus intereses privados. ¿Tanto como para superponerse al interés público?
Befesa debe estar contenta porque a pesar de haber tenido un año catastrófico se lleva a casa una ampliación de 15 años y unas modificaciones en su autorización que les facilitará el trabajo de aquí en adelante. Sin embargo, se estarán lamentando: “Ay, si nos lo hubiesen concedido antes... Ahora no estaríamos enfrentándonos a una imputación por presunto delito contra el medio ambiente, o no nos estarían investigando por verter residuos peligrosos sin tratar...”.
Porque varias de las modificaciones han ido dirigidas a contrarrestar las imprudencias de Befesa al ponerse la legislación ambiental por montera. A lo que la Junta de Andalucía vuelve a hacer gala de su política ambiental, esa del “¿qué es ilegal?, pues ¡legalicémoslo!”. Y todos a bailar al ritmo de la pandereta. Y escuchando un sonido de fondo de que la nueva autorización recoge "todas las garantías y requisitos de control" y que "se ha dado un paso hacia la transparencia y la buena gestión"... Bailemos.
¿Para cuándo una política ambiental que se comprometa con eso, con el medio ambiente?.
Greenpeace es muy claro en sus demandas para las próximas elecciones en Andalucía: “Es imprescindible que el próximo Gobierno de la Junta de Andalucía incorpore una serie de acciones sin las cuales no es posible que una sociedad avance hacia un modelo económico sostenible. La acción política del Gobierno andaluz debe adoptar principios, actitudes, conductas y actuaciones que busquen implicar más a los ciudadanos en los acontecimientos sociales y poner término a los problemas de legitimidad democrática a los que se enfrentan en la actualidad los Gobiernos”.
¿Se compromete alguien?
Sara del Río (@saradrio), responsable de la campaña de Contaminación de Greenpeace