Esta noche cambiaremos las manecillas del reloj, de forma que las personas que damos lo mejor de nosotras a partir de media mañana seremos muy felices. Pero de paso, mientras ganamos una preciadísima hora de sueño, vamos a ahorrar algo de energía.
El cambio de hora es una medida de ahorro, pero sobretodo una buena excusa para volver a plantearte qué más puedes hacer para reducir tu consumo de energía y así reducir emisiones de CO2, ahorrar en la factura y ser la envidia de tus amigos.
En este enlace encontrarás un buen listado de cosas que puedes hacer en tu día a día para reducir tu consumo de energía. Empieza por alguna de estas medidas para empezar y comparte qué tal te va.
El ahorro energético es clave para un estado como el español, que tiene una dependencia energética del exterior del 86% y más de siete millones de hogares que sufren de pobreza energética. Sin embargo, este Gobierno diseña su política energética penalizando la eficiencia a través de unas facturas eléctricas insensibles al ahorro u obstaculizando el autoconsumo.
La eficiencia energética es una de las formas más rentables para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, principales causantes del cambio climático. ¡Y encima nos sale más barato! Ya demostramos que el ahorro y la eficiencia energética benefician a la vez al bolsillo de los ciudadanos y a la lucha contra el cambio climático. Según el estudio La recuperación económica con renovables, un sistema energético con un elevado nivel de eficiencia y que obtenga un 95% de la electricidad de fuentes renovables para 2030, generaría más de tres millones de empleos y reduciría la factura energética en un 34%.
Cambiar de hora está bien, pero podemos hacer mucho más.