Hoy voy a dormir bien sabiendo que por fin se mueve algo internacionalmente por la protección del Ártico. Un pequeño paso que no va a cambiar mucho de la noche a la mañana, pero muy, muy positivo, y algo sobre lo que nuestro movimiento de más de cinco millones de personas podemos estar orgullosos.
¿Y qué cambio ha sido?
El Parlamento Europeo ha aprobado hoy una Resolución promoviendo la protección estricta del Ártico. Han pedido -entre otras cosas- la creación de un Santuario en el Alto Ártico, las aguas alrededor del Polo Norte.
¡Es un avance enorme para nuestra campaña! Es la segunda señal, después de que Finlandia haya apoyado la idea de un Santuario del Ártico, de un movimiento que crece por todo el mundo, y que quiere la protección permanente de una de las áreas más grandes y menos explotadas de la Tierra: 2,8 millones de kilómetros cuadrados de bienes comunes. Sería la mayor zona de conservación existente, protegiendo de esta forma los stocks de peces, las especies que dependen del hielo, y una enorme variedad de especies de aguas frías.
El Océano Ártico sigue siendo la zona menos protegida del planeta. Parece increíble aún que países que profesan una fuerte filosofía a favor de la conservación no hayan hecho nada para proteger esas áreas cruciales y que son precisamente parte de sus territorios.
La Resolución también demanda medidas para evitar la pesca en aguas abiertas del Ártico. Este tipo de medidas se rechazaron hace sólo dos semanas por los cinco países que controlan las aguas del Ártico. No pudieron lograr un acuerdo para limitar la pesca, y simplemente pidieron a los países que cumplieran la normativa (que no existe). Aunque esta resolución es un avance, todavía se necesita ir mucho más lejos, antes de que los enormes arrastreros de pesca industrial avancen hacia el Ártico.
Por último, la Resolución pide algo que es de una obviedad cegadora pero completamente ausente de la conversación dentro del Consejo del Ártico o de los estados costeros: un acuerdo vinculante para prevenir la contaminación por buques y plataformas petrolíferas. El hecho de que hayan sido capaces de operar con códigos de conducta hechos a la carta para sus amigos de la industria durante tanto tiempo resulta extraordinario.
Hay un lado oscuro. La Resolución pide un “enfoque de precaución” a la explotación de los recursos energéticos en el Ártico, y esto no significa que se prohíba la explotación total petrolífera del Ártico. Si queremos proteger de verdad este ecosistema único y frágil no se debe permitir ninguna prospección, plataforma o buque gigantesco en sus proximidades.
Esto claramente no es el final. Los ministros de Exteriores de la Unión Europea tiene trabajo que hacer. El Parlamento Europeo ha señalado, con razón, que los ministros no han respondido a una propuesta de 2012 de creación de una política ártica de la Comisión Europea y de los Servicios de Acción Exterior de la UE. De hecho, desde 2009, los ministros de Exteriores de la UE no han hecho nada por el Ártico. Los ministros y la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, deben involucrarse en el debate internacional sobre el Ártico antes de que sea demasiado tarde.
Así que ahora la pregunta es cuál es el impacto que esta Resolución tiene, tanto dentro de Europa como fuera de sus fronteras. Estoy seguro que los Estados ribereños se comportarán educadamente de puertas para fuera, pero estarán echando fuego entre los pasillos. En lugar de ello, deberían entender que nadie está poniendo en duda su soberanía, y es esto es solo un acercamiento. El océano Ártico es único, muy productivo y maravilloso. Y así debe permanecer.
¿Qué puedes hacer tú?
La Resolución del Parlamento Europeo es muy importante. Pero aún queda mucho hasta que veamos un reconocimiento mundial para la protección del Ártico. ¡Firma para reclamarlo! Cuantos más seamos, antes lo conseguiremos.