El alivio experimentado al conocer la amnistía de la Duma rusa a los Arctic 30 ha sido inmenso. Para qué negarlo. Aún sabiendo que estamos lejos de nuestro objetivo de proteger el alto Ártico, podemos decir que no terminamos mal el año. Otra cosa será 2014. Los nubarrones están bien dibujados en el horizonte. Y tienen nombre: Ley de Protección de la Seguridad Ciudadana (o Ley Antiprotesta). De aprobarse la funesta Ley, todo parece indicar que nos enfrentaremos a una situación similar a la vivida en Rusia por nuestros 30 compañeros. Y el que crea que exageramos, que mire el texto propuesto para la Ley, con pasajes que llevan claramente escrito el nombre de Greenpeace amenazando con asfixiarnos económicamente.
Este año hemos realizado muchas campañas y hemos cosechado algunas buenas noticias, notas de color en el gris del que se pinta la política ambiental en este país.
Tres años de intenso trabajo nos trajeron en primavera el sí de Cañete a la reforma de la política pesquera comunitaria. Una buena noticia que va acompañada de la obligación de poner fin a la sobrepesca en 2015. Un gran reto que seguiremos desde cerca en Greenpeace.
En el capítulo de Energía, escasas buenas noticias y algunas contradicciones notorias. Se ha conseguido que la obsoleta central nuclear de Garoña siga cerrada, a pesar de las maniobras gubernamentales para forzar su reapertura. Nuestro trabajo también ha conseguido que las instalaciones nucleares no puedan ser subvencionadas con los impuestos que pagamos todos los europeos. Además, seis comunidades autónomas han rechazado el fracking. La contradicción más sonada, las posturas diametralmente opuestas de los ministros Cañete, que ha manifestado la necesidad de actuación frente al cambio climático, y Soria, que con la escandalosa reforma de la Ley del Sector Eléctrico, ha destruido la única vía efectiva para luchar contra el cambio climático, la industria renovable.
Gracias al trabajo de Greenpeace, los bosques de Indonesia respiran un poco más tranquilos. Este año la presión ha conseguido que una de las mayores papeleras del mundo, Asia Pulp and Paper, se comprometa a dejar de destruir estas selvas. Aquí, en la Unión Europea, ha entrado en vigor legislación para evitar la entrada de madera ilegal, una de las mejores noticias para todos los bosques del planeta.
Y desde el campo, nos han llegado otras tres buenas noticias: cuatro insecticidas peligrosos para las abejas y otros insectos polinizadores han sido prohibidos en la UE, Monsanto ha retirado sus solicitudes de autorización de nuestros transgénicos y la justicia europea ha anulado la autorización de la patata transgénica de BASF.
Y en el capítulo negativo, nos ha dolido especialmente que unos cuantos intereses privados hayan arrasado la Ley de Costas, con 25 años a su espalda, que han desaparecido gracias a la mayoría absoluta del Partido Popular. Aún así, conseguimos llegar a lo más alto del Congreso para que todo el mundo viera que ese día el partido del Gobierno regalaba la costa al mejor postor.
Y todos estos logros de 2013 y retos pendientes para el 2014 gracias al apoyo de nuestros 97.000 socias y socios, que están aguantando estoicamente la crisis apoyándonos y que, sin ellos, nada de todo lo dicho anteriormente sería posible. ¡Gracias!
Maria José Caballero (@mjocaballero), directora de campaña de Greenpeace España
- Comunicado de prensa Balance 2013