Obama ha visitado Indonesia, el país donde pasó cuatro años de su niñez. Desde esos años, millones de hectáreas de selva tropical y turberas han sido destruidas. Y es que Indonesia tiene la tasa más alta de deforestación del Planeta. Ya ha perdido el 72% de sus bosques primarios. Por ello, las selvas tropicales de Indonesia y sus turberas son una prioridad para nuestra organización.
Obama ha anunciado un plan de financiación para la protección de las selvas que seguramente llego a conocer. Pero este apoyo es pobre. Desde Greenpeace reclamamos un incremento en el apoyo financiero para Indonesia para combatir la deforestación y reducir sustancialmente las emisiones de gases de efecto invernadero que posicionan a Indonesia, como el tercer país emisor después de China y Estados Unidos.
Nuestros compañeros de Indonesia han dado la bienvenida a esta cooperación entre los EE.UU. e Indonesia, pero además de aumentar estos fondos, EE.UU. debe asegurar que el dinero no se malgasta y que se prioriza la protección de las selvas tropicales, los pantanos de turberas (grandes almacenes de carbono) y el bienestar de las comunidades que dependen de ellas.
Debe ir haciendo los deberes para que en las próximas negociaciones en la Cumbre climática de Naciones Unidas que tendrá lugar en Cancún, se establezca una moratoria a nuevas concesiones para plantaciones, incluyendo las ya asignadas a empresas. De esta manera se aumentaría la productividad en áreas deforestadas para la plantaciones de aceite de palma y forestales destinadas a papel. Esto revertiría positivamente en la economía del país y en las personas.
Así se lo hemos dicho, desplegando una pancarta para hacerle llegar, una vez más, nuestras demandas. “Corta las emisiones, no las selvas”.
Mónica Parrilla. Campaña de Bosques de Greenpeace.