Greenpeace quiere expresar su más profundo pésame a todas las familias de aquellos cuyas vidas se perdieron como resultado de los horribles bombardeos ocurridos en el hospital de la organización Médicos Sin Fronteras (MSF) en Kunduz, Afganistán.
Greenpeace condena categóricamente el ataque que costó la vida a 12 miembros del equipo de MSF así como a 10 pacientes, entre ellos tres niños. Asimismo durante este bombardeo que constituye una grave violación de la Ley Humanitaria Internacional resultaron heridos 37 personas y 19 miembros de MSF.
Esta tragedia exige una investigación completa e independiente.
Greenpeace quiere aprovechar esta ocasión para expresar su más profunda admiración por el valor de MSF y de todas las organizaciones humanitarias que trabajan en medios hostiles.