El anuncio de la Agencia de Protección Medioambiental de Estados Unidos del "Plan de Energía Limpia" cuyo objetivo es reducir las emisiones de carbono de las centrales eléctricas de todo país en un 32% para 2030, ha puesto de manifiesto la voluntad del presidente Obama para que su país combata el cambio climático.
Ante el anuncio del presidente estadounidense, la directora ejecutiva de Greenpeace Estados Unidos, Annie Leonard, ha señalado que “si la Administración de Obama quiere realmente dejar un legado climático positivo y un planeta habitable para nuestros hijos, debería abandonar las prospecciones y la minería de combustibles fósiles en terrenos públicos, así como rechazar los peligrosos planes de Shell para perforar el Ártico”.
En esta misma línea, Leonard ha apuntado: “La semana pasada, gente común hizo cosas excepcionales: colgarse de un puente durante 40 horas o yendo en kayak hasta un rompehielos gigante, para asegurar que todos tengamos un planeta con un clima donde se pueda vivir. Necesitamos que Obama muestre la misma valentía y deje los combustibles fósiles donde están, bajo tierra, comenzando por negar a Shell el permiso final para perforar el Ártico”.
Fue el mismo Obama quien recordó la pregunta que nos harán las generaciones futuras: ‘¿Hicimos todo lo que pudimos cuando tuvimos la oportunidad de lidiar con el problema?’. Con la publicación del plan, está claro que Obama pretende consolidar su legado climático, pero hasta que no comience a actuar y a asegurar que la mayoría de los combustibles fósiles permanecerán bajo tierra, su legado será tan vulnerable como lo es ahora mismo la capa de hielo ártico.
“Obama debe usar el liderazgo que está mostrando no solo para unirse, sino para animar a todos los países, a firmar un acuerdo legalmente vinculante para reducir la contaminación de cara a la cumbre de París”, ha concluido Leonard.