Se comenta en ocasiones que los ecologistas estamos más pendientes de las malas noticias que de las buenas. Para que no se diga, dedicaré en este último blog del año que termina a hacer un repaso de algunas cosas buenas que le han pasado a la Tierra. Al menos esto nos servirá en estos días de balance para reflexionar sobre lo que hemos hecho en este año, tomar impulso, y volver en 2008 con fuerzas renovadas en esta tarea de defender nuestro medio ambiente.
Sin duda el cambio climático, como corresponde a su importancia global, ha sido el asunto que se ha llevado una mayor atención. Ha habido en este año decisiones importantes como la de los líderes de la Unión Europea que en la Cumbre de febrero acordaron que la UE reducirá para el año 2020 en un 20% las emisiones 30% las emisiones de gases de efecto invernadero. El establecimiento de objetivos fue algo que faltó en Bali pero, no obstante, esa reunión marcó una hoja de ruta contra el cambio climático hasta 2009 en que un nuevo Convenio marco sustituirá a Kioto, en esta ocasión con Los Estados Unidos.
En materia energética las energías renovables siguen creciendo con fuerza en España. La energía eólica batió su record de producción el 19 de marzo con 8.375 Mw producidos, y alcanzó el pasado 9 de diciembre a cubrir el 31,6% de la demanda de energía, y la energía solar empieza a despegar. El informe de Greenpeace "100% Renovables", que se presentó en abril demostró que las energías limpias pueden cubrir la totalidad de la demanda en España.
El Congreso aprobó algunas iniciativas interesantes para nuestro medio ambiente, entre ellas la más destacada fue la Ley de Biodiversidad que protege de forma efectiva la Red Natura 2000, y que era una asignatura pendiente, como lo era también la necesaria Ley que reforma el Consejo de Seguridad Nuclear para dotarlo de una mayor transparencia.
En cuestiones urbanísticas la mejor noticia del año ha sido que por fin la justicia española parece haberse puesto a combatir los casos de corrupción y los abusos urbanísticos. Esperemos que sea sólo el principio, y que desaparezcan de nuestras costas algunas de las ilegalidades más flagrantes, como el hotel de El Algarrobico.
También ha terminado definitivamente el vertido de DDT en Europa, al denegar la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) el permiso a la fábrica aragonesa Montecinca para que siga produciendo dicofol. Por cierto que han aumentado significativamente los territorios españoles que se han declarado libres de transgénicos.
Así que en 2007 hemos podido hacerle algunos regalos a la Tierra. Espero que en 2008 haya muchas más buenas noticias. Por la cuenta que nos trae a todos.
Juan López de Uralde, director de Greenpeace España