El pasado sábado 5 de mayo el Presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, anunciaba su nuevo gobierno. Con muchos cambios respecto al anterior, la nota más discordante de todas, sin duda, es la triste desaparición de la Consejería de Medio Ambiente, que se fusiona con Agricultura y Pesca, creando una Consejería que además incorpora las competencias de Urbanismo y Ordenación del Territorio.
Al frente de la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, estará Luís Planas, quien ya fue Consejero de Agricultura y Pesca (1993-1994) y Consejero de Presidencia (1994-1996). Esperamos que el nuevo Consejero defienda en Europa los intereses de los pescadores tradicionales, mayoritarios en Andalucía, de cara a los cambios en la PPC (Política Pesquera Común). Queremos que comprenda la importancia de apoyar de forma decidida una agricultura ecológica y social, libre de transgénicos. Y, sobre todo, esperamos que la conservación de los espacios naturales protegidos, la lucha contra el cambio climático, la ordenación del litoral andaluz, la gestión forestal sostenible, etc., no se queden en un segundo plano en la lista de prioridades del nuevo ejecutivo andaluz.
Mañana martes 8 de mayo tendrá lugar la primera reunión del Consejo de Gobierno, en la que previsiblemente se aprobarán los decretos, estructura y competencias de cada departamento, junto con los nombramientos de segundo nivel. Es fundamental para el medio ambiente andaluz que los puestos de dirección sobre las competencias referentes a Medio Ambiente, sean ocupados por personas con la suficiente y necesaria sensibilidad ambiental, que trabajen por la conservación y la gestión sostenible de los recursos de Andalucía y tengan en cuenta los vínculos existentes entre la calidad del medio ambiente, y el desarrollo y el bienestar social.
Desde Greenpeace lamentamos esta fusión de medio ambiente con agricultura y pesca en órganos de gobierno, como ya ocurrió con el Ministerio de Medio Ambiente, Rural y Marino, ahora llamado, Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. Este tipo de cambios supone una pérdida de prioridad e importancia de las políticas medioambientales, un lujo que no podemos permitirnos dada la actual situación medioambiental. Si se cuida, el medio ambiente es una oportunidad de generar empleo y riqueza de forma sostenible. Abandonar la protección del territorio, la gestión sostenible y el bienestar de la población es un error estratégico, cuyas consecuencias sufriremos a medio plazo.
Juande D. Fernández Carmona (@Juande_Fdez). Delegado de Greenpeace en Andalucía.
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