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Junichi y Toru se enfrentan a 18 meses de cárcel por defender las ballenas |
Hoy, día 8 de junio es el día mundial de los océanos. Coincide también que este es el año de la biodiversidad según Naciones Unidas. Irónicamente, también es el día en el que dos personas que actuaron en defensa de la biodiversidad y de la protección de nuestros océanos han escuchado cómo la acusación pedía para ellos 18 meses de cárcel.
Junichi Sato y Toru Suzuki expusieron tras meses de investigación la corrupción y el contrabando que subyace dentro de la industria ballenera japonesa, financiada con fondos públicos. Desde hace dos años, ellos están siendo juzgados mientras que quienes cometen los verdaderos delitos no están siendo cuestionados.
Por ello, hoy no podemos sino denunciar y condenar la mala gestión de nuestros mares y océanos, la desprotección de los ecosistemas marinos y las especies que los habitan y la vulneración de los derechos de quienes deciden tomar las riendas y actuar pacíficamente por la defensa del medio ambiente.
Junichi ha dedicado unas líneas a todos quienes les han apoyado durante todo este proceso antes de enfrentarse a la última sesión de su juicio. Sus palabras son la mejor voz en defensa de los océanos:
“Greenpeace lleva décadas protestando pacíficamente a favor del medio ambiente. Lo que comenzó en una sala de estar de Vancouver, antes de que yo naciese, se ha consolidado ahora como una figura global de presión y protesta pacífica.
Cada uno de vosotros mantiene vivo este movimiento. Sin embargo, como hemos constatado mi compañero Toru y yo, dar la cara por nuestro frágil planeta puede conllevar serias consecuencias.
Hoy, día mundial de los océanos, podemos celebrar que conocemos más sobre el Planeta Azul que nunca. Hemos enviado submarinos a las fosas más profundas y navegado por todo el mundo descubriendo nuevas especies y ecosistemas y cómo están conectados. Hemos visto como la sobrepesca de una sola especie puede tener efectos devastadores en un ecosistema entero y entendemos la necesidad de proteger nuestros océanos. Con vuestra ayuda hemos pasado a la acción y hemos realizado campañas para salvar nuestros mares.
En Japón, hemos trabajado para poner fin a la caza de ballenas desde que abrió nuestra oficina hace 20 años. La caza de ballenas japonesa es uno de los ejemplos más extremos del despilfarro innecesario de la vida marina. Hace dos años, junto con mi compañero Toru, pasamos a la acción para intentar mostrar la verdadera cara de la industria ballenera en nuestro país. Y en los últimos dos años hemos pagado el precio de esa protesta pacífica. Fuimos arrestados y custodiados sin cargos durante 23 días, atados a sillas mientras éramos interrogados sin la presencia de nuestros abogados. Hemos sido acusados de robo y allanamiento por obtener pruebas de contrabando y robo organizado a altos niveles. El Grupo de Trabajo sobre Detención Arbitraria de Naciones Unidas ha dictaminado que nuestra investigación era legítima, nuestro procesamiento judicial político y que se han vulnerado nuestros derechos fundamentales. A pesar de ello, y a pesar de las numerosas protestas por todo el mundo, Toru y yo podemos ir a la cárcel.
Nuestro caso no es el único ejemplo de protestas pacíficas que están siendo reprimidas. También está sucediendo en otros países supuestamente democráticos. Lo que nos está sucediendo a Toru y a mi es una advertencia. Si valoras tu derecho a defender y actuar por la defensa del medio ambiente, este caso de persecución política contra activistas de Greenpeace debe ser el último.”
Campaña de océanos: Elvira Jimenez
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