¿Qué tenemos en común tú, yo y otras 16 millones de personas en España? Puede que hoy poca cosa, a parte de que nos sentimos engañados por un sistema energético en el que no confiamos y que nos ha borrado de toda toma de decisión. Incluso la más fundamental: si la energía que consumimos es compatible con nuestra salud y de nuestros seres queridos.
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La cuestión es que hoy puede que sea así pero en poco menos de 35 años la situación podría ser muy diferente y que tú, yo y las mismas 16 millones de personas seamos parte integrante del cambio que queremos ver en el sistema energético.
En un estudio que hemos co-financiado con Amigos de la Tierra, EREF y REsCoop y que presentamos hoy hemos buscado si había dificultades técnicas para la participación de las personas en la producción de electricidad con renovables en Europa y en España. Al contrario, resulta que las posibilidades son tan enormes que la mitad de la población europea y uno de cada tres españoles podríamos producir nuestra propia energía en 2050 gracias a las energías renovables.
Eso significa que, en el marco legal y económico adecuado, en breve podría ser tan común que produzcamos nuestra electricidad con renovables como lo es hoy en día tener una cuenta activa en alguna red social. Y en lugar de producir información, estaríamos generando hasta la mitad de la electricidad necesitada por toda la ciudadanía. De manera limpia, independiente, distribuida.
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La magnitud desvelada por el estudio muestra que desatender este fenómeno equivale a ignorar el derecho de más de una tercera parte de la población española a participar en paridad de condiciones en el sector eléctrico y en beneficio de toda la sociedad.
Ahora que hemos cuantificado que poner a la ciudadanía en el centro de la política energética no es un concepto abstracto y marginal aunque la Comisión Europea lo haya establecido en su Nuevo Acuerdo con los Consumidores, lo que hace falta es que las leyes europeas y españolas sean modificadas para que un mercado pensado para pocos se abra para proteger, apoyar y promocionar la obtención de energía por parte de la ciudadanía.
Huelga decir que bien podríamos empezar en España haciendo lo que hace meses deberíamos haber hecho: eliminar el Impuesto al Sol y todos sus corolarios administrativos.