Ayer por la tarde me enviaban los apicultores de Valencia estas tristes imágenes que documentan la masacre de decenas de millar de abejas.
100 colmenas fueron envenenadas y se han muerto de forma fulminante en Cheste. Una colmena en este período y en aquella zona puede tener más de 30.000 abejas… ¡Por lo menos unos 3.000.000 abejas muertas! Cada una de ellas es imprescindible para nuestro ecosistema y para nuestra propia seguridad alimentaria. ¿Cómo se le puede ocurrir a alguien, sea lo que sea que haya motivado esta situación, matar a seres vivos inocentes y tan vitales para el planeta?
Además, el apicultor y su familia también se verán profundamente afectados. La pérdida económica directa puede superar los 10.000 euros, pero su actividad económica para este año se ha visto totalmente mermada porque no podrá producir miel u otros productos de la colmena.
El apicultor ya presentó la denuncia a las autoridades y ahora se abrirá una investigación. Se trata de un crimen contra el medio ambiente, y por lo tanto contra nosotros mismos, porque su futuro es también el nuestro y no puede quedar impune.
Las abejas y otros polinizadores son los responsables de la polinización de cerca del 90% de las plantas silvestres con flor y del 75% de los principales cultivos a nivel mundial (en España el 70% de los principales cultivos depende en mayor o menor medida de la polinización por insectos. Son ellas, en gran medida que hacen posible la vida tal como la conocemos. Son ellas, en gran medida, que hacen posible, que todos los días nos podamos alimentar con una tan gran diversidad de alimentos.
Pero pese a su incuestionable importancia para el equilibrio ecológico del planeta y nuestra propia alimentación, sus poblaciones a nivel mundial están en declive. Un informe reciente y el primero del Panel Intergubernamental sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas (IPBES, por sus siglas en inglés) ha concluido que más del 40% de las especies polinizadoras de invertebrados, en particular abejas y mariposas, y el 16,5% de los polinizadores vertebrados están en peligro de extinción a nivel global. Creo que son cifras lo suficientemente importantes para mostrar que es necesario actuar con urgencia y sin más dilación para salvar a estos fascinantes seres vivos.
Leía también hace días, en otro informe recientemente publicado, que con un nuevo método analítico ha encontrado hasta 57 plaguicidas en abejas melíferas envenenadas, en gran medida debido a las prácticas de la agricultura industrial y en particular debido al uso masivo y rutinario de plaguicidas, que “la salud de las abejas es un asunto de interés público”.
Lamentablemente, parece que aún no todas las personas conocen la importancia que tienen estos pequeños insectos. Seguiremos divulgando lo importantes que son, pero también trabajando para que en España su protección sea una de las prioridades de la clase política.Entre todas las personas conseguiremos que estas noticias sean cosa de un triste pasado donde parece que vivimos de espaldas al medio ambiente y destruimos la casa que es de todos.
¿Qué puedes hacer tú?
Casi 240.000 personas ya han aportado su granito de polen para salvar a las abejas y la agricultura. ¿Quieres aportar el tuyo? ¡Firma esta petición!