Comunicado de prensa - septiembre 5, 2017
• Otros cinco activistas que participaban en la protesta pacífica han sido puestos en libertad
• La acción de Greenpeace quería poner de manifiesto la necesidad de abandonar el carbón por sus efectos negativos para el clima y la salud de las personas
Cuatro activistas de Greenpeace han sido detenidos acusados de desobediencia a la autoridad y otros cinco puestos en libertad después de que la Guardia Civil retirara al grupo que desde primera hora de la mañana protestaba en el almacén de carbón “Medusa”, en el puerto de A Coruña, que sirve para abastecer la central térmica de Meirama. Los activistas pasarán previsiblemente hoy ante el juez.
Los activistas han llegado hasta la instalación de Gas Natural-Fenosa en embarcaciones neumáticos para llevar a cabo una jornada de protesta con el bloqueo del almacén de carbón “Medusa”, con la intención de alertar al Gobierno sobre la necesidad de terminar con la quema de carbón y sustituirlo por energías limpias. Los activistas han impedido la descarga del mineral en los trenes y han desplegando una pancarta en la cúpula del depósito con el mensaje “Almacén de cambio climático”.
La organización ecologista comenzó el pasado 1 de septiembre una campaña por el Cantábrico a bordo del barco Esperanza, bajo el lema "Misión de Salvar el Clima", para alertar de que la quema de carbón es el principal responsable del cambio climático además de causar numerosas enfermedades respiratorias, algo que la ciudadanía ha reiterado en numerosas ocasiones. En transcurso del viaje, Greenpeace ha presentado un informe titulado "Villanos del clima", en el que pone rostro a los principales responsables del cambio climático en España.
Greenpeace espera que esta acción sirva para que el Gobierno tome cartas en el asunto y desarrolle cuanto antes una ley de cambio climático y transición energética que establezca un plan de cierre para 2025 de todas las térmicas de carbón en el que se detalle un plan de transición justa para garantizar un futuro real y sostenible para las personas que viven en las cuencas mineras y de las centrales de producción eléctrica contaminante.