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El aumento de países que se oponen a la reautorización del glifosato en la UE es un avance hacia su prohibición

Comunicado de prensa - octubre 25, 2017
• Greenpeace considera que la no reautorización de este herbicida es una oportunidad para dar los pasos hacia su eliminación total

• La Comisión Europea pospone la votación para noviembre al no recibir el respaldo de los estados miembros ya que diez países iban a votar en contra

• Greenpeace pide al Gobierno español que, al igual que han hecho otros países, cambie su postura y apoye la prohibición

• El Parlamento Europeo pidió ayer de manera rotunda que se prohíba el glifosato

Los representantes de los gobiernos europeos han rechazado nuevamente la propuesta de la Comisión de otorgar al glifosato una nueva autorización y su votación ha sido pospuesta hasta noviembre. Greenpeace considera esta no reatorización un claro mensaje de que es necesaria una propuesta que contemple su prohibición y dar los pasos hacia su eliminación total. A la creciente oposición pública a este controvertido y extendido herbicida se suma la oposición política, como demuestra el aumento en el número de gobiernos que se han opuesto a su reautorización.

Hoy, la Comisión fracasó por quinta vez consecutiva en obtener suficiente apoyo de los gobiernos europeos para renovar la autorización del glifosato. El peso de los países que se oponen a una re-autorización es cada vez mayor. A menos que la Comisión respalde una prohibición, seguirá fracasando,  ha afirmado Luís Ferreirim, responsable de agricultura de Greenpeace España . El glifosato es el amianto de nuestra generación. Está en todas partes y se conocen sus peligros. Se ha denunciado el daño que causa al medio ambiente y a nuestra salud y la interferencia de Monsanto en la ciencia al haber manipulado estudios en favor de esta sustancia, tal y como ha revelado la justicia de EE. UU.

Existe una creciente oposición a la renovación de la autorización de glifosato. Desde la última votación en 2016, cuatro países que apoyaban una autorización ahora se oponen (Bélgica, Croacia, Eslovenia, Suecia) y cuatro países que se abstuvieron ahora se oponen (Austria, Grecia, Italia, Luxemburgo). Bulgaria pasó de abstenerse a apoyar. España no mueve su postura y sigue apoyando la renovación.

Hoy, diez países indicaron que votarían en contra de una renovación de la autorización por diez años (Bélgica, Grecia, Croacia, Francia, Italia, Luxemburgo, Malta, Austria, Eslovenia y Suecia), mientras que dos países se abstuvieron (Alemania y Portugal) . Dieciséis países dijeron que votarían a favor (Bulgaria, Dinamarca, República Checa, Estonia, Irlanda, España, Chipre, Letonia, Lituania, Hungría, los Países Bajos, Polonia, Rumanía, Eslovaquia, Finlandia y el Reino Unido).

Sobre la posición de España, Ferreirim explica: El Gobierno español debe cambiar su cerrazón sobre autorizar el glifosato. Los agricultores y agricultoras innovadoras muestran cada día que es posible hacer agricultura de calidad y competitiva sin recurrir a herbicidas como el glifosato. Los demás solo necesitan un apoyo decidido de los responsables políticos para empezar la más que necesaria transición”.

Justo ayer, el Parlamento Europeo pidió una prohibición total del glifosato dentro de cinco años, comenzando con una prohibición parcial este año. También el Parlamento cambió su postura, ya que en 2016, apoyó una nueva autorización de siete años.

Más de un millón de personas han firmado una iniciativa ciudadana europeaque pide la prohibición del glifosato, mientras que una encuesta reciente muestra una creciente preocupación y un apoyo abrumador a la prohibición en cinco países de la UE (Alemania, Francia, Italia, Portugal y Grecia).

Desde principios de 2016, la Comisión ha respaldado una autorización para el glifosato sin restricciones. En cinco ocasiones no consiguió el apoyo suficiente de los gobiernos europeos (el 8 de marzo de 2016, el 19 de mayo de 2016, el 6 de junio de 2016 y el 24 de junio de 2016).

La Relatora Especial sobre el derecho a la alimentación de Naciones Unidas desmontó en marzo el mito de que los plaguicidas sintéticos son necesarios para alimentar al mundo. No podemos seguir perdiendo el tiempo y destruyendo el  planeta, nuestra salud y la de las demás especies. Es el momento de actuar y de cambiar hacia un modelo verdaderamente sostenible que se fundamente en la agroecología. La prohibición del glifosato debe ser vista como una oportunidad, ha concluido Ferreirim.

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