Comunicado de prensa - julio 12, 2017
En respuesta a las últimas informaciones sobre la ruptura de uno de los mayores icebergs conocidos en la península Larsen C de la Antártida, Paul Johnston, director de la Unidad Científica de Greenpeace Internacional ha manifestado que: “El deshielo de la Antártida es la alerta roja del planeta sobre los peligros del cambio climático. El desprendimiento de este iceberg es el tercero de los últimos años, probablemente una señal del impacto global del cambio climático y de la necesidad urgente de implementar el acuerdo de París para buscar un futuro 100% renovable y dejar de quemar combustibles fósiles”.
Nadie sabe con seguridad si el cambio climático ha jugado un papel definitivo en la ruptura del iceberg, pero ante otras recientes fracturas y la erosión generada en el hielo por aguas más templadas de alrededor de la península Antártica, parece probable que la actividad humana sea un factor importante.
Todavía estamos a tiempo de evitar catástrofes mayores generadas por el cambio climático. Pero debemos actuar deprisa. Las decisiones que ahora tomen los gobiernos y la industria decidirán si millones de personas podrán tener una vida segura y próspera en el futuro.
“Irónicamente esto sucede poco después de que Trump tomase la decisión de sacar a Estados Unidos, el mayor emisor de CO2 de la historia, fuera del acuerdo climático de París. Como un iceberg gigante a la deriva, Trump deja a EE. UU. aislado del resto del mundo con esta decisión. El resto del mundo avanzará aprovechando las oportunidades de energía limpia y renovable y los beneficios que aporta la economía baja en carbono”, ha concluido Johnston.