Greenpeace celebra que la Comisión de Industria del Congreso de los Diputados haya acordado por unanimidad la comparecencia de Fernando Marti, presidente del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), para que explique las cuestiones relativas a la seguridad nuclear, que en los últimos días han hecho saltar todas las alarmas por el funcionamiento interno de la institución, algo que Greenpeace considera muy grave, razón por la que su presidente debe ser cesado y responder ante el Congreso por cuestiones como:
-La política del miedo denunciada por técnicos del CSN y sus posibles consecuencias en la seguridad nuclear
En la carta remitida ayer por integrantes de la Asociación Profesional de Técnicos en Seguridad Nuclear y Protección Radiológica del CSN (ASTECSN) dirigida a la Comisión de Industria, en la que pedían amparo al Congreso de los Diputados por la preocupante situación del CSN que puede afectar a la seguridad nuclear y la “política del miedo” instalada dentro del organismo regulador.
-La falta de respeto al Parlamento
Fernando Marti lleva sin comparecer ante el Congreso de los Diputados desde noviembre de 2014, a pesar de que es una obligación, y pese a que ha sido requerido para hacerlo en numerosas ocasiones. También ha sido instado a paralizar el proceso de evaluación de la reapertura de Garoña, a lo que se ha negado con el excusa de que es un mandato del Gobierno.
-La falta de independencia
El actual presidente no es independiente de la Administración del Estado, tal y como debería ser según la Ley creación del CSN. En 2012 la Comisión de Industria nombró al actual presidente del CSN, entonces secretario de Estado de Energía, en activo 24 horas antes, como cabeza visible del CSN. Entre las tareas de Marti estuvo la revocación de la orden ministerial de cese de explotación de la cenetral de Santa María de Garoña, asunto que ha estado tramitando posteriormente como presidente del CSN.
-La falta de transparencia
Greenpeace ha denunciado en reiteradas ocasiones la opacidad en la toma de decisiones y en el funcionamiento del CSN, y Transparencia Internacional (TI) exigió claridad en el proceso de elección de Villar de Cañas como emplazamiento del cementerio nuclear (ATC).
"Hay una larga lista de motivos que muestran la falta de consideración democrática con el Parlamento del presidente del CSN, su falta de independencia, su ausencia de transparencia y su ausencia de buen gobierno del organismo que preside, por lo que Greenpeace considera que debería ser cesado", ha declarado Raquel Montón, responsable de la campaña nuclear de Greenpeace.
Greenpeace recuerda que corresponde al Parlamento español ejercer un control continuado sobre las actuaciones del CSN, para lo cual el organismo regulador ha de responder a cuantas preguntas se le formule, y según la Ley 15/1980, de 22 de abril, de creación del Consejo de Seguridad Nuclear, en su artículo 7, dice que el Congreso de los Diputados, a través de la Comisión competente y por acuerdo de los tres quintos de sus miembros, podrá instar en cualquier momento al Gobierno el cese del presidente y Consejeros.
“Sobran motivos para cesar a Marti, pero si además el presidente del CSN quiere continuar con la renovación de Garoña, con un Gobierno en funciones y en contra de la opinión del Parlamento, la Comisión de Industria debería actuar en consecuencia”, ha concluido Montón.