Comunicado de prensa - mayo 27, 2016
• Tendrá lugar el 29 de mayo a las 11:30 horas en Donostia entre el Instituto Oncológico y la Diputación Floral de Guipuzkoa.
• Con el lema 'En defensa de la salud y contra la incineración de residuos', Greenpeace anima a participar en esta concentración.
• De nuevo, los responsables de la Diputación Foral de Gipuzkoa pretenden imponer una incineradora que fue descartada por cara y peligrosa.
El próximo domingo 29 de mayo, a las 11:30, Greenpeace formará parte de la cadena humana que unirá el Instituto Oncológico y la Diputación Foral de Gipuzkoa en Donostia y anima a la ciudadanía a participar en este acto. El objetivo es que más de 5.000 personas se reúnan y enlacen simbólicamente ambas instituciones para pedir a la Diputación que no construya la incineradora de Zubieta.
Esta incineradora de residuos urbanos fue descartada por el anterior Gobierno de la Diputación Foral por ser peligrosa para la salud, el medio ambiente y por su elevadísimo coste. Sin embargo, los nuevos dirigentes políticos han rescatado el proyecto y siguen usando la gestión de los residuos para obtener réditos políticos, en lugar de velar por el interés general y la ciudadanía.
Al movimiento anti-incineradora se han sumado los médicos del servicio vasco de salud con el denominado grupo GEIS (Grupo de Estudio de Incineración y Salud de Gipuzkoa). Ellos alertan del riesgo que supone residir en un radio de 10 km de estas instalaciones, puesto que existen multitud de trabajos científicos independientes que permiten asociar la incineración de residuos con el aumento de casos y mortalidad por cáncer, además de otras enfermedades.
“De nuevo, vemos que la ciudadanía está en contra de una decisión política, como es construir una incineradora peligrosa y cara, en vez de apostar por una gestión responsable de los residuos como ya se hace en muchos municipio de Gipuzkoa”, ha declarado Julio Barea, portavoz de Greenpeace. “De quién nos fiamos con este proyecto, de los políticos que nos tienen acostumbrados a velar por sus intereses o de nuestros médicos de familia que viven en sus consultas la realidad cotidiana de los enfermos”, concluye.
Greenpeace es una organización independiente que no acepta dinero de gobiernos ni empresas para poder denunciar a todas aquellas personas o instituciones que amenazan al planeta. Solo el apoyo desinteresado de nuestros socios y socias hace posible nuestro trabajo.