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Greenpeace considera inaceptable la propuesta del Gobierno de permitir más emisiones a los vehículos

Reactivo a la petición a la CE de autorizar coches diésel más contaminantes

Comunicado de prensa - octubre 21, 2015
• En plena crisis por el fraude de Volkswagen, un documento de la CE confirma que España, en lugar de limitar las emisiones, está pidiendo su aumento.

• La organización acusa al ministerio de Industria de poner por delante los intereses de la industria automotriz a la salud de la ciudadanía.

• Greenpeace ha lanzado hoy una petición los ministerios de Industria y de Medio Ambiente para exigir controles de emisiones más estrictos.

No jueguen con nuestra saludEn medio de la crisis desatada por el escándalo de Volkswagen, un documento de la Comisión Europea (CE) confirma la petición del Gobierno español para que permita subir la cifra de emisiones de Dióxido de Nitrógeno (NO2) de los vehículos diesel (56 miligramos extra, un 40% más de lo que plantea Europa) y retrasar el tiempo de implementación de los límites de emisiones para que la industria “pueda adaptarse”. Greenpeace considera esta propuesta inaceptable y opina que este Gobierno, una vez más, pone los intereses de las empresas, en este caso los fabricantes de automóviles, por encima de la salud de la población y del medio ambiente.

Esta petición de España es una respuesta a una propuesta de la CE de modificar el Reglamento (CE) Nº 692/2008 en el que se revisa las condiciones de las pruebas de control a los vehículos y los límites de emisiones permitidos. La propuesta de la CE tiene en cuenta un factor de corrección para las pruebas realizadas en condiciones reales lo que permitiría que las emisiones fueran mayores de los 80 miligramos que se permiten en las pruebas actuales. Pero no conforme con esto, el Gobierno español plantea una factor más elevado que el propuesto por la CE.

La organización ecologista recuerda que, según la Organización Mundial de la Salud, las emisiones de dióxido de nitrógeno y sus sustancias derivadas, como el ozono, pueden desencadenar el asma y causar enfermedades pulmonares como el cáncer de pulmón. Estas emisiones también están vinculadas a una mayor incidencia de enfermedades del corazón y a muertes prematuras.

Greenpeace considera que el ministro José Manuel Soria se escuda tras una supuesta desventaja competitiva con EE. UU. por tener límites altos, pero que no menciona Soria que los límites de emisiones de NOx en Estados Unidos son más restrictivos que los de Europa. Aún así, el Gobierno español en cambio está buscando excusas para darle carta blanca a la industria automotriz.

El reciente escándalo del fraude de Volkswagen ha puesto de manifiesto el engaño en las mediciones tanto en los compuestos tóxicos como los óxidos de nitrógeno, como en el consumo de combustible (el CO2 que produce el cambio climático). Por ello, Greenpeace ha lanzado hoy una petición para exigir unos controles de emisiones, que tengan en cuenta las condiciones reales de conducción, con límites de emisión más estrictos y en los que las diferencias permitidas entre los controles en carretera y en el laboratorio sean mínimas.

"Exigimos al Gobierno y a todos los partidos políticos que tengan en cuenta, por encima de todo, la calidad de vida de los ciudadanos, además de analizar los enormes costes económicos que tienen para la salud los contaminantes atmosféricos como el NO2", ha declarado Marina Bevacqua, responsable de la campaña de Energía de Greenpeace.

Esta no es la primera vez que el Gobierno español se alinea con las grandes corporaciones para defender sus intereses económicos frente a los impactos de sus actividades sobre la salud ciudadana. Este mismo año Greenpeace denunció la intrusión de las eléctricas en las delegaciones del gobierno de España donde se estaban decidiendo los nuevos límites de emisiones contaminantes a la atmósfera, incluidos los NOx, que podrán emitir la centrales térmicas de carbón. En este caso España también pedía límites más permisivos atendiendo a los intereses de las propietarias de las térmicas de carbón en vez de a la salud y al medio ambiente, y así lo denunció Greenpeace.


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