Comunicado de prensa - marzo 27, 2015
• La organización ecologista subraya que la copropietaria ENEL-Endesa quiere cerrar la central nuclear, pero Iberdrola se lo impide
Greenpeace pide al presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez-Galán, que ponga fin al trámite de licenciamiento de la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos), propiedad a partes iguales de Iberdrola y Endesa, tras conocer que el Grupo ENEL-Endesa no quiere mantener esta central nuclear operativa.
El pasado 17 de marzo, el director ejecutivo de ENEL, Francesco Starace, y otros representantes de la compañía se reunieron en Roma con el director ejecutivo de Greenpeace Internacional, Kumi Naidoo. La dirección de la eléctrica italiana afirmó que ellos no están interesados en continuar con Garoña, pero se ven obligados por Iberdrola y el Gobierno español. Francesco Starace fue muy claro sobre el futuro de la energía nuclear, afirmando que después de Fukushima ya no es una opción y que ENEL no está interesado en invertir en ella.
"Los accionistas de Iberdrola deben saber que invertir en la vieja central nuclear de Garoña es sólo un empeño de Sánchez-Galán al servicio de Rajoy (1), pues ni siquiera ENEL -que es la propietaria de Endesa, operadora de la central a partes iguales con Iberdrola- quiere reabrirla", ha declarado Raquel Montón, responsable de la campaña de energía nuclear de Greenpeace. "Iberdrola presume de su inversión en renovables, pero si de verdad quiere comprometerse con los beneficios económicos y sociales para sus accionistas y clientes, solo le queda una opción: invertir en un modelo 100% renovable (2)".
La organización ecologista recuerda que el Gobierno ha estado modificando normativas y reglamentos para que la solicitud de reapertura de la central burgalesa pueda producirse, a pesar de que el ministro de Industria, José Manuel Soria, afirmara este miércoles en el Congreso de los Diputados que su ministerio se está limitando a tramitar la solicitud de Nuclenor (Endesa e Iberdrola), y que se procederá según dictamine el Consejo de Seguridad Nuclear.
Greenpeace pide a Iberdrola que demuestre que comparte las mismas preocupaciones sobre el clima mundial expresada por la mayoría de la comunidad científica internacional, así como el objetivo de mantener el aumento de la temperatura mundial por debajo de 2° C por el bien de la humanidad. Por esta razón, y en el período previo a la Conferencia sobre el Cambio Climático en París el próximo diciembre, Iberdrola debería contribuir a hacer frente a este reto y liderar el esfuerzo de la industria para llegar a un objetivo de energías 100% renovables para todos, sin falsas esperanzas como la que aporta la industria nuclear.
Notas:
Informe Iberdrola, enemiga de las renovables (2013).
Informe, La Recuperación económica con renovables (2014).
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