Comunicado de prensa - junio 5, 2015
Activistas de Greenpeace cubren la fachada principal del edificio del Ministerio con 200 m2 de carteles con el mensaje “Se vende por cese de actividad”
La organización ecologista lamenta que el Ministerio de Medio Ambiente se haya convertido en un “Ministerio florero” al servicio de los intereses de las grandes empresas contaminantes
Coincidiendo con la celebración del Día del Medio Ambiente, esta mañana activistas de Greenpeace han cubierto completamente la verja de la fachada principal del edificio del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA) con 200 m2 de carteles con el mensaje “Se vende por cese de actividad” para denunciar el declive que han sufrido las políticas medioambientales en los últimos años y el incumplimiento de sus funciones por parte del Ministerio.
Además, los activistas portaban pancartas con el mensaje #SeVendeMinisterio y han colocado de forma simbólica una oficina inmobiliaria frente al edificio, donde han repartido folletos informativos en los que se informaba a los viandantes que el precio del Ministerio era de solo 1 euro, en referencia al poco valor que el Gobierno concede al medio ambiente.
“En los últimos años hemos asistido a una escalada de decisiones políticas que han tenido como consecuencia el abandono de facto de las políticas medioambientales”, ha declarado Julio Barea, portavoz de Greenpeace. “El Ministerio de Medio Ambiente se ha vaciado de contenido y se ha convertido en 'Ministerio florero' que se dedica a tramitar los deseos del Ministerio de Industria y de las grandes multinacionales”, ha añadido Barea.
Como denunciaba la organización ecologista en su último informe Radiografía Social del Medio Ambiente en España, el medio ambiente ha sido una de las grandes víctimas de la crisis, lo que ha tenido duras consecuencias sociales.
Greenpeace recuerda que cuestiones como la corrupción urbanística, las puertas giratorias o los recortes y la privatización de recursos naturales han supuesto la pérdida de empleos y el empeoramiento de la calidad de vida de la ciudadanía, que ha visto cómo se producen impactos en su salud o sufren pobreza energética gracias a políticas que benefician a las grandes empresas como las del sector eléctrico.
Para la organización ecologista, el Ministerio de Medio Ambiente no ha realizado sus funciones de protección ambiental durante los últimos años y ha permitido sacar adelante proyectos contaminantes como el fracking o las prospecciones petrolíferas, que además han contando con un fuerte rechazo social. Además ha propiciado algunas de las reformas más duras de leyes ambientales, como la Ley de Costas, Ley de Montes o Ley de Parques Nacionales, y a su vez ha frenado el desarrollo de modelos sostenibles como la pesca artesanal o las energías renovables.
Greenpeace pone en el punto de mira al Ministerio de Medio Ambiente, como máximo responsable de la situación de degradación ambiental que sufre el país. “El Ministerio es el máximo responsable de velar por la calidad medioambiental del entorno y sin embargo se está convirtiendo en uno de sus principales enemigos”, ha comentado Barea. “Es el momento de cambiar de rumbo y otorgar al medio ambiente el valor que le corresponde, ya que todo lo que se invierta en él tiene repercusiones positivas en la ciudadanía y el planeta, y las excusas para no hacerlo se han acabado”, ha concluido Barea.
Greenpeace es una organización independiente que no acepta dinero de gobiernos ni empresas para poder denunciar a todas aquellas personas o instituciones que amenazan al planeta. Solo el apoyo desinteresado de nuestros socios y socias hace posible nuestro trabajo.