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Greenpeace destapa los intereses de las grandes eléctricas europeas para mantener la dependencia de la importación de combustibles fósiles

La organización ecologista pide a Soria y Cañete que no cedan a los intereses privados y defiendan las renovables junto con la eficiencia energética en beneficio de los ciudadanos

Comunicado de prensa - octubre 9, 2014
Greenpeace expone en un nuevo documento publicado este jueves los intereses de las ocho mayores compañías eléctricas europeas por prorrogar la dependencia europea del exterior en materia energética. Entre ellas se encuentran las españolas Iberdrola y Gas Natural Fenosa, cuyos ingresos dependen en gran medida de la energía de importación.

09 de octubre de 2014 . El documento 'Atados: Por qué las grandes eléctricas europeas quieren dejarnos enganchados a la importación de combustibles fósiles' desvela estos y otros intereses empresariales que juegan un papel clave en la política energética europea y que estarán sobre la mesa cuando dentro de dos semanas los líderes de la UE acuerden los objetivos climáticos y energéticos de los Veintiocho de cara a 2030.

Esta dependencia de las importaciones de energía contaminantes cuesta cada año más de 400.000 millones de euros a la Unión Europea por la compra de más de la mitad de su energía (53 por ciento) del extranjero, de los cuales España gasta unos 50.000 millones (que suponen dos tercios de nuestro déficit comercial) .

El análisis de Greenpeace muestra cómo un tercio de los ingresos de las ventas de energía eléctrica y gas de la UE de las ocho mayores compañías eléctricas de Europa dependen de las importaciones. En 2011, generaron 116.000 millones de euros de ingresos gracias al gas y al carbón importado de fuera del Espacio Económico Europeo (EEE).

El informe destaca el papel de las eléctricas que operan en España:

Las 3 eléctricas europeas que más dependen del carbón importado y tres de las cuatro que más dependen del gas importado de fuera del EEE pertenecen a la asociación española UNESA: Iberdrola, Gas Natural y Enel (propietaria de Endesa) importan más del 75% del gas y más del 90% del carbón de países no pertenecientes al EEE.

Iberdrola importa el 94% de su carbón para Europa.

Los ingresos de Gas Natural Fenosa dependen casi exclusivamente de la importación: en 2011 alrededor del 85% de sus ingresos por la venta de electricidad y gas procedían de la importación de carbón y gas.

Cuatro de las cinco empresas de UNESA (Iberdrola, Gas Natural, Endesa a través de Enel, y EOn) forman parte del autodenominado “Grupo Magritte”, que se opone a que la UE asuma nuevos compromisos de energías renovables y eficiencia energética para 2030.
 
Los intereses de las grandes eléctricas como Iberdrola, Gas Natural o Endesa no son los intereses de los ciudadanos. Estas empresas dependen de mantener la vulnerabilidad geopolítica de Europa”, ha declarado Raquel Montón, responsable de energía de Greenpeace España. “El Gobierno español y el nuevo comisario europeo de Acción por el Clima y Energía deben defender unos objetivos europeos ambiciosos de renovables y eficiencia en Bruselas para independizarnos de las energías sucias importadas y del poder de las grandes eléctricas”.

Las tres compañías eléctricas que suman la mayoría de los ingresos gracias al gas y carbón importados de fuera del EEE son la alemana E.ON, con una estimación de 36.000 millones de euros en ingresos a partir de estas importaciones en 2011; la francesa GDF Suez, con 23.000 millones de euros; y la italiana Enel (propietaria de la española Endesa) con 18.000 millones de euros.

El Grupo Magritte está presionando a los gobiernos de la UE antes de la cumbre decisoria del próximo 23 y 24 de octubre con políticas que alejan a Europa de su independencia energética y de una lucha eficiente contra el cambio climático.

"Este es un momento crucial para Europa. Las empresas cuya actividad depende de la importación de combustibles fósiles procedentes de países políticamente inestables, como Rusia y Argelia, son malos consejeros sobre cómo reducir la dependencia europea de las importaciones de energía”, haadvertido la directora de política energética de Greeenpeace en la UE, Franziska Achterberg. “Necesitamos que nuestros líderes apoyen objetivos ambiciosos para impulsar las energías renovables y el ahorro energético, que es la mejor forma de seguridad energética", ha añadido.

Greenpeace pide a los políticos europeos que incluyan una cuota del 45 por ciento de energías renovables, un 40 por ciento de ahorro energético mediante la eficiencia (ambos con respecto a 2005) y una reducción del 55 por ciento de las emisiones nacionales de CO2 (con respecto a 1990) para el año 2030.