Comunicado de prensa - septiembre 9, 2013
Greenpeace se opone a cualquier tipo de violencia y condena enérgicamente el sufrimiento atroz que está sufriendo el pueblo sirio después de varios años de conflicto armado. Greenpeace condena especialmente el uso de armas químicas, independientemente de quién se el responsable de su utilización..
Greenpeace se opone una nueva intervención militar extranjera en este conflicto, ya que podría provocar una escalada de la violencia. Las armas nunca resuelven los problemas, pero sí causan graves daños a las personas y el medio ambiente, por lo que Greenpeace pide que, en lugar de alimentar el ciclo de la violencia, las potencias extranjeras usen la diplomacia activa para disminuir la tensión. Al mismo tiempo reclama que se deje de vender armas a todos los bandos implicados, y que se garantice la ayuda humanitaria y la protección de los 1,5 millones de civiles desplazados.
Greenpeace pide un alto el fuego inmediato de todas las partes y que la diplomacia comience a actuar para hallar fórmulas de resolución del conflicto de la forma más justa y respetuosa con la población posible.
Como organización ecologista, Greenpeace considera que la escasez de recursos, provocada en muchas ocasiones por el cambio climático, provocará el aumento de los conflictos en el futuro, con dramáticas consecuencias para las poblaciones afectadas, por lo que exige a la comunidad internacional que busque incesantemente soluciones para alcanzar la paz.