Comunicado de prensa - octubre 24, 2013
91 europarlamentarios de 20 países, entre los que se encuentra España, han firmado una declaración de solidaridad con los "30 del Ártico".
En relación a la información sobre la eliminación de los cargos de piratería contra los 30 detenidos en Rusia y su reemplazo por cargos de vandalismo, Greenpeace señala:
"Los 30 detenidos no son más vándalos que piratas. Estos cargos siguen siendo tremendamente desproporcionados y suponen condenas máximas de hasta siete años de cárcel. Esto representa nada menos que un asalto al principio mismo de la protesta pacífica. Estos hombres y mujeres, valientes activistas, fueron al Ártico armados solo con el deseo de denunciar las actividades de una empresa temeraria. Deberían estar hoy con sus familias, no en una prisión en Murmansk, Rusia."
Greenpeace luchará contra la falsa acusación de vandalismo con la misma fuerza, ya que pone en duda las acusaciones anteriores. Ambas acusaciones son pura fantasía y no guardan relación con la realidad. Los activistas protestaron de forma pacífica contra la extracción peligrosa de petróleo por parte de Gazprom y deben estar libres.
En Rusia hay dos tipos de vandalismo: vandalismo administrativo, que conlleva un máximo de 15 días de cárcel y una multa; o el vandalismo criminal, que conlleva una pena máxima de siete años. Este último es el que tiene una mayor probabilidad de ser aplicado.
Además, el vandalismo también es una acusación ilegal: para que el código penal ruso pueda aplicar ese presunto delito de vandalismo tiene que producirse en territorio ruso. Debería estar justificado el vandalismo en el derecho internacional si se produce en la Zona Económica Exclusiva, y en ese derecho internacional no se justifica una detención así. Por tanto, esto es una nueva violación por parte de la Comisión de Investigación contra los 30 del Ártico.
El Comité de Investigación de la Federación Rusa asegura que algunos activistas podrían también ser acusados del cargo de uso de fuerza contra la policía, lo que puede suponer una pena de hasta diez años de cárcel. Greenpeace tiene una historia de 42 años de activismo usando la protesta pacífica. Acusar a los activistas de estos cargos es una calumnia infundada, ya que no hicieron más que protestar de forma completamente pacífica en la plataforma de Gazprom a la que llegaron en un barco con una paloma de la paz y un arcoiris pintado en su casco. Nuestro barco fue capturado por hombres armados mientras nuestros activistas no hicieron otra cosa que levantar las manos. Deben ser puestos en libertad de inmediato.
Europarlamentarios de siete grupos políticos diferentes han mostrado su apoyo a los activistas de Greenpeace y a los dos periodistas independientes y han demandado acciones urgentes para proteger el Ártico. Entre ellos están los españoles Sergio Gutiérrez Prieto (Grupo socialista), Raúl Romeva (Los Verdes) y Willy Meyer (Izquierda Unitaria).